Capítulo 62 (final)

Al llegar a la oficina subió al ascensor y lo puso en marcha, sabía que si esperaba un solo minuto para verlo se iba a arrepentir, además él debía tener mucha hambre, así que fue directamente hasta su oficina. Al llegar vio a su secretaria algo preocupada, por lo que se acercó a ella.

—     ¿Pasó algo Jennifer? — pregunta con el ceño fruncido.

—     Es que el señor había dicho que no quería ver a nadie, pero una señorita se metió sin que me diera cuenta, y ahora me van a despedir estoy segura. — dice atormentada. — fue lo primero que dijo cuando me contrató.

Ella le dedica una sonrisa empática.

—     No te preocupes, no lo hará, te lo aseguro. — dice Segura. — yo lo voy a convencer.

—     Gracias señora. — dice un poco más aliviada.

Mary le sonríe y abre la puerta para entrar más de detiene al instante, completamente paralizada y el plato cae de sus manos llamando la atención de los presentes. Enseguida la Secretaría de Andrés se acerca preocupada.

—     ¿Pasa algo? — la revisa, mas esta no dice nada.

—     ¡Mary! — dice Andrés también paralizado en su lugar.

—     ¿era por esto? — lo mira dolida. — ¿por esto no lo podías decir? Les deseo que sean felices. — dice antes de darse la vuelta y marcharse.

Andrés trata de seguirla, más Liana lo retiene.

—     No te vayas, por favor. — se aferra a su brazo.

Más Andrés jaló su brazo con fuerza haciendo que está cayera al suelo, entonces empezó a caminar.

—     ¡¡¡Andrés!!! — le grita entre lágrimas, haciendo que se detenga. — yo todo lo hice por ti, por que te amo.

—     ¡¡No!! — se volteó para mirarla. — tú no amas a nadie Liana, en vez de corazón tienes un hueco en el pecho, jugar con los sentimientos de las personas no es amarlas. — dice dolido. — tu podías rechazar la propuesta de tu madre, luchar por lo nuestro, pero no lo hiciste. — la miró gélido. — no creas que lo hiciste por mi o por amor, lo hiciste por ti, porque siempre pones tus intereses por delante de todo y no te importa a quien te lleves por delante, ¿sabes? Aunque trates de negarlo en el fondo eres igual de perversa que tu madre.

Dijo para luego irse. Mientras ella se quedó allí atónita en el suelo ¿En verdad era ella igual que su madre? Entonces sus palabras inundaron su cabeza.

Flash Back…

Había salido ya de la estación de policía y se encontraba en un bar bebiendo cuando lo vio.

—     ¿Me estás siguiendo? — preguntó con gracia.

—     En realidad, también tengo a alguien a quien olvidar. — dice con una sonrisa triste.

—     ¿Qué te hace pensar que estoy olvidando a alguien? — lo mira seriamente.

—     Nada, sólo supuse que te habías dado cuenta. — bebé un trago de su botella.

—     ¿de qué me tengo que dar cuenta? — lo mira fijo.

—     De que ellos se aman. — dice obvio.

—     ¿amarse? — dice con burla. — ¿por eso lo hiciste? ¿Crees que no sé qué le enviaste un mensaje a Andrés para que se alejara de mí? Pensé que éramos amigos. — lo mira con incredulidad.

—     Y lo somos, pero ella es la chica a quien amo y no es justo que no esté con quien ama por tu culpa, además te estoy haciendo un favor, Andrés no te ama ¿Nunca escuchaste “si amas algo déjalo ir”? Te estás haciendo daño a ti y de paso a ellos, deja tus caprichos y abre los ojos. — dice con enojo. — o perderás todo, hasta su amistad, a tu hermana, te quedarás sola. Sólo Piénsalo y si lo amas de verdad te darás cuenta que la mejor opción es rendirse, ya es tarde para luchar.

—     No, porque el me ama a mí, si amas algo Alfredo no lo dejas ir, esa frase es para los perdedores, si amas algo luchas por eso hasta el final. — dijo decidida.

—      Eso mismo pensaba tu madre y mira como terminó ¿Quieres terminar como ella?

Fin del flash back…

Definitivamente ella no quería ser como su madre, debía remediar esto.

…

Mientras Andrés había ido por Mary, más antes de que pudiera alcanzarla está se subió a un taxi y se marchó. Tatiana tras él.

—     ¿Qué pasó? ¿Qué fue lo que hiciste está vez? — pregunta molesta.

—      Nada, está vez no hice nada, pero ella no lo vio así. — dice dolido.

—     ¿No vas a ir tras de ella? — pregunta a ver que se devuelve hacia la oficina.

—     No tengo un plan y necesito tu ayuda para eso. — dice rápido y ella asiente no muy convencida.

Sólo esperaba que no fuera muy tarde.

…

Por otro lado, Mary llegó a su apartamento, para luego tirarse sobre su cama llorando, ella en serio pensaba que él la elegiría, y ahora estaba igual o peor que antes. le había escrito su jefa y aunque la reprendió por irse sin decirle nada, le dejó el resto del día libre. Ya estaba a punto de quedarse dormida cuando el timbre sonó, ella se levantó para ver quién era, por lo que su expresión es de sorpresa cuando ve quién está en la puerta, más aún así abre la puerta.

—      ¿A  que viniste? — pregunta en cuanto abre la puerta.

—      Necesito hablar contigo. — la mira con tristeza.

—     ¿De qué? Si se puede saber.  Creo que tú y yo no tenemos nada de que hablar. — la mira fijamente.

—     Andrés no me beso. — dice antes de que pudiera decir algo mas.

—     ¿Qué? — la mira con sorpresa.

—     Andrés nunca me beso, él me rechazó, yo lo bese a él, pero el me apartó enseguida. — explicó.

Ella la mira con duda ¿era eso verdad?

—     ¿Y por qué vienes tú a decime eso? — la mira con recelo.

Ella cierra los ojos con fuerza, esto era muy difícil, no era algo que estuviera acostumbrada a hacer.

—     Perdóname. — Mary la miró con sorpresa. — Por todo, yo fui egoísta ¿ok? — baja la mirada, rayos eso sonaba igual de mal como había pensado, no era buena para las disculpas. — se que Andrés te ama y va a ser feliz contigo, además eres todo lo que me queda. — le dedica una sonrisa triste.

Mary la mira atónita sin saber que decir. Toma su mano.

—     Te perdono, pero también tienes a nuestro padre, se que él estaría feliz si lo llamarás. — le sonríe.