capitulo 8

Es martes, lo que significa que debería volver al trabajo, esta semana es importante por que debemos entregar el contrato armado con todo los planes para la inversión de la que se hablo en la ultima reunión, pero no puedo evitar dar vueltas en la cama, recién son las seis de la mañana y yo me encuentro despierta es imposible no pensar en todo lo que esta pasando, tal vez debería contarle a Matt, a el le gustan estos temas, con decir que una vez intento convencerme de ir a una tarotista digo todo, aunque pensándolo bien, tal vez espere un poco mas, lo primero que va a pensar es que estoy loca, y su tonta manera de decirme que debería salir con alguien para no estar sola y terminar encerrada en un psiquiátrico.

Me quede dormida nuevamente, y el sonido de la alarma me indica que son las siete treinta, asi que me levanto para hacer mi rutina de todos los días, una vez lista me voy de mi casa, algunos minutos mas tarde me encuentro sobre la carretera, hacia mi destino, el trabajo, al pasar por una cafetería decido bajar y comprarme un café, tal vez no como me gusta, pero si cargado y grande para quitar esta pereza que tengo hoy por llevar varios días durmiendo mal o despertando mas temprano de lo normal. Finalmente llego y cuando entro a mi oficina Matt me estaba esperando.

—Hola Matt, Buenos días, -me acerco a saludarlo.

—Hola cariño, Buenos días, -se levanta y me abraza. —¿Como estas? ¿Estas bien?. -me mira esperando una respuesta.

—Si, estoy bien, ¿Por que la pregunta?.-lo suelto y camino hacia mi asiento.

—No lo se, creo que te conozco demasiado como para saber que algo te pasa o te preocupa. -se sienta nuevamente.

—No es nada, tranquilo, es solo que estos días no pude dormir muy bien, o simplemente me despierto antes de que el despertador suene por las mañanas, -le digo sonriendo.

—Esta bien, si tu lo dices, entonces te creeré. -me sonríe. —Bien solo pase a saludarte, no te quedes todo el tiempo encerrada trabajando ya se como eres, a hora del almuerzo ve y come algo últimamente te noto mas delgada. -dice mientras se levanta y se dirige a la puerta.

—Ya quisieras tu tener mi figura. -digo mientras me rio. —No te preocupes si estoy bien, prometo no estar tan metida en el trabajo y salir a comer como corresponde si.

El solo asiente con una sonrisa, y se va tranquilo, sabe que no le mentiría, menos cuando el se preocupa tanto, deje de comer un tiempo, hace mucho, cuando me separe de mi ex, ni siquiera se que estaba pensando, yo no soy de esas que por una ruptura hacen este tipo de cosas pero esa es una historia aparte, que otro día, contare.

Terminé de hacer los papeles que me habían asignado y me sentí aliviada. Había estado trabajando sin parar desde la mañana y estaba hambrienta. Decidí que era hora de almorzar. Me puse mi abrigo y salí del edificio. El sol estaba brillando, por suerte, esta mañana estuvo bastante nublado y el aire estaba fresco. Me sentí renovada mientras caminaba hacia el restaurante que solía frecuentar, la brisa fría entrando por mis poros, haciendo que me despierte un poco mas luego de estos días, se sentía bien.

Llego a aquel lugar y me senté en una mesa cerca de la ventana, pedí un sándwich y una ensalada, con una soda grande. Mientras esperaba que me trajeran la comida, me puse a mirar a mi alrededor. El restaurante estaba lleno de gente, lo cual es bueno, lo que no es bueno, es que ser la única sentada sola, pero no es impedimento para comer, todo lo contrario me gusta mucho la soledad como recordatorio de que esta bien no ser sociable todo el tiempo.

De repente, sentí un escalofrío en la espalda. Me pareció que esta siendo observada. Miré a mi alrededor, pero no vi a nadie que estuviese mirando hacia mi. Me sentí un poco confundida y curiosa. Busqué con la mirada , pero no vi a nadie. Sin embargo, la sensación de ser observada persistió. Se siente como si alguien estuviera estudiándome, pero no de manera hostil. Era una sensación extraña y desconcertante. Justo cuando me estaba dando la vuelta para buscar a alguien, un hombre, alto, de grandes hombros, posiblemente tenga una cabeza y media de diferencia conmigo, se levantó de su asiento y se fue. No pude ver su rostro, pero me pareció que se apresuró a irse.

Me sentí un poco intrigada y curiosa. ¿Quién podría estar observándome? ¿Y por qué?.

Termino de almorzar satisfecha, la comida de este sitio es exelente y muy deliciosa, es entendible el por que siempre esta lleno de gente, volví a la oficina, aún pensando en la extraña sensación de ser observada en el restaurante. Pero decidí no dejar que eso me distraiga y me puse a trabajar en el proyecto que me habían asignado.

Trabajé sin parar durante horas, hasta que finalmente terminé de completar todos los detalles. Me sentí satisfecha y aliviada de haber terminado con el proyecto. Justo cuando estaba guardando mis cosas y preparándome para irme, Matt entra a mi oficina nuevamente.

—¿Lista para cenar?.-preguntó Matt.

Me di la vuelta y sonreí.—Sí, estoy lista, - respondí.

Matt se acercó y me dio un abrazo. —Genial, he reservado una mesa en ese nuevo restaurante que abrió en el centro,-dijo mientras me inspecciona.

Me sentí emocionada. —¡Me encanta! Vamos, -dije, mientras me separaba de el para tomar mis cosas, y es que además tiene un sentido tan agudo que debe saber hasta lo que pienso, asi descubrió muchas veces lo que pasaba conmigo.

Salimos de la oficina y nos dirigimos hacia el restaurante. La noche estaba fresca y tranquila, y me sentí agradecida de tener a Matt para compartir esta velada conmigo, de no ser por el muchas veces me abria dejado caer, el fue quien me sostuvo cuando mi madre murio, el fue quien me levanto cuando paso todo eso con mi ex, y pienso que es injusto que le oculte lo que esta pasando en este momento en mi vida, sobretodo por que el es quien se ocupo de mi muchas veces, y es que ya lo dije el y Brandom me ven como una hija mas que como una amiga, bueno, solo en ciertos momentos , por que luego soy esa mejor amiga a la que le cuentan cosas con lujo de detalle, en los cuales muchas veces queria vomitar.