Extra~La Boda

Y la gran boda de Dastan llegó en la estación siguiente, la primavera. Boda que se celebro en el pueblo donde el se crío porque logró convencer a todos de que hay era el mejor lugar. Y más porque al oír lo que Dastan y los que conocían el lugar decían, todos enamorarse del lugar y desear asistir a una boda en ese pueblo tan pintoresco y tranquilo ideal para una boda así.
-Tengo miedo- le soltó a Amélie mientras ella le ayudaba a prepararse.
-Es bueno reconocer el miedo- sonrió ella terminando.
-¿Cómo te sentiste en tu boda?- la miro.
-Nerviosa y emocionada. Además ambos sabemos que ella es muy buena persona y puede funcionar esto- dijo ella pensando en como desde que se nombró a Dastan el empezó a convivir con ella y todos ver en ellos una muy linda pareja, se planeara y pactada una boda.
Y como no iba a pasar eso sí se les veía que tenían muchas cosas en común o que adoraban pasearse platicando, riendo y disfrutando la compañía del otro. Además de que todos conociendo a la pareja la cual iba a tardar años en hacer formal su relación, todos moverse para hacer que el matrimonio fuera arreglado y empezar con los preparativos de la boda cuanto antes. Y aunque Dastan dijera que odiaba todo eso, todos saber que en el fondo el agradecía ese acto.
-No lo se. Tanto tú cómo Eric se casaron por amor. Yo ni se lo que siento por ella.
-Tus padres se conocieron hasta el día de su boda y se llevaron de maravilla. El punto de una relación de esposos es que tu pareja debe ser tu confidente y tú mejor amigo. Debes de confiar en esa persona y hasta desear vivir con ella el resto de tu vida. Cuando está muera llorar su perdida y soñar como será la descendencia que dejaran- le dijo Amelie tomando su rostro. Las cicatrices que alguna vez le arruinaban medio rostro, ahora eran solo líneas que le daban un toque más masculino y sutil.
-No se que haría sin ti- la abrazo. En ella Dastan veía a sus padres y también una figura materna a la cual ir.
-Mi pequeño, ya eres todo un hombre, un mosquetero y estás a nada de casarte- soltó ella con lágrimas en los ojos.
-No sé si estoy listo para casarme.
-Uno jamás cree que está listo para eso. Solo disfruta tu boda- le dio un beso en la mejilla.
-Gracias Amelie- dijo Dastan y partieron al carruaje que los llevaría a la boda.
-Ventajas de ser un mosquetero, te dan uniforme para trabajar y uno de ceremonias. Aunque sigo pensando que la ropa de Francia es muy incomoda- sonrió Klaus al ver a sus amigos.
-Al menos se tiene un muy lindo sombrero- sonrió Jules bajándole el sombrero.
-No sé cómo tomar esto.
-Mejor vámonos, no quiero que la boda se retrasé porque el novio no llegue a tiempo- los apuro Amélie y ellos subieron al carruaje.

-Charlotte te va a matar- sonrió Klaus viendo a la prometida de Dastan preocupada.
-Sigo prefiriendo más a Lottie que a Odette- soltó Dastan viendo a Eric y su familia.
-No eres el único. Odette tiene un carácter que solo Eric pudo amar- dijo Klaus pensando cómo Eric siendo un asesino de la guardia real le temia a su esposa y luego se les veía tan unidos y enamorados que todos olvidaban sus defectos o trabajos.
-Sigo pensando que Vainilla había sido muy buena esposa para él- sonrió Jules y todos se rieron.
-Ella es su amante- dijo Dastan provocando más risas. Eric aún seguía mimando y platicando con su yegua, tanto que luego hasta Odette dudaba sobre con quién se casó y le entrego su corazón Eric en verdad.
-Mejor preparemonos para la boda- dijo Amelie lo más seria que pudo y fueron a la iglesia para prepararse para la ceremonia.

-Me enorgullece ser tu suegro Dastan- dijo el capitán intimidando al joven sin querer.
-No sé que pensar de eso. Siento que no merezco dicho honor- soltó Dastan viendo a su futuro suegro. El cual se veía muy animado y como siempre algo intimidante.
-Y por ese motivo es que eres el indicado. Al igual que eres el indicado para ser mi sucesor dentro de unos años en la guardia.
-No sé si pueda- bajo la mirada.
-Como te voy a tener más cerca de mi porque serás parte de mi familia, he decidió prepararte lo mejor posible para ocupar mi puesto.
-No sé si pueda cumplir con eso como usted.
-No deseo eso, no quiero que seas como yo. Quiero que seas un capitán a tu forma, pero aún así necesitarás un poco de preparación para que nada te sorprenda.
-No siento que sea capaz de eso. Usted es alguien admirable y no sé si pueda crear ese impacto.
-Tu creas un impacto diferente. Tu historia ha hecho que hasta mis mejores hombres te vean como alguien a quien admirar y eres tan humilde que dudo que cambies en el futuro. Tu vida fue muy diferente a la mía y la de mis hombres, pero se que puedes demostrar que puedes ser un gran capitán y si la cosa se hubiera hecho como hace años, hubieras sido un grandioso príncipe de Francia- soltó el capitán como si viera en Dastan un hijo suyo.
-No sé que decir ante eso.
-No me interesan tus palabras, me interesan tus acciones. Si quisiera basarme en un hombre por sus palabras no hubiera decidido ser mosquetero y mucho menos elegirte. Aún debes de mejorar lo de hablar en público.
-Capitan le quiero agradecer todo lo que ha hecho por mi y pensar que al inicio le temia- recordó Dastan como se encontró hace años con el capitán y como lo evadia.
-A mi me interesa más el presente y futuro. Me gustará ver cómo es que tu y mi hija hacen funcionar su relación. Y me da gusto que tengas una muy buena relación con ella.
-Creame que hay veces que pienso que no merezco a su hija, se me hace una mujer muy hermosa y perfecta- soltó Dastan viendo hacia las puertas de la iglesia, puertas dónde del otro lado estaba Charlotte esperando para entrar y el por fin poder verla como una novia de pies a cabeza.
-Con solo esa mirada de chico perdidamente enamorado se que serás muy bueno con ella. Solo espero que se complementen como tus padres lo hicieron en su época y varias parejas lo hemos hecho a lo largo del mundo- dijo el capitán y se fue a su lugar.