Capítulo 1#

Narrador

A lo largo de los años en el reino dorado los dos reinos Erebos y Elysia en las fronteras de las barreras que se paraban a los dos reinos una luz cegadora bajo del cielo blanca y tan resplandeciente que se vio es todo el reino dorado.

La hermosa luz que bajo del cielo estrellado llevaba consigo dos canastas y en ellas dos hermosos bebés.

—Enserio Alara otra vez con la barrera —dice una voz masculina saliendo de las sombras del reino de Erebos.

—Querido destino yo te dije que no me iba a rendir y si yo no pude contigo alguien más lo hará—Dice la luz que bajo del cielo llamada Alara.

—Lo se muy bien después de todo yo soy el destino,se muy bien lo que va a pasar cariño—dice el destino mirando las dos canastas mientras suspira.

—Ellos..—no termina de decir Alara mirando a los dos bebés y mira al cielo.

—Si cariño, son ellos pero tienen que pasar una prueba y es si el cielo les logra dar la oportunidad de estar juntos —Dice el destino mientras traspasa la barrera y se acerca a una canasta.

Sonríe cuando ve a la pequeña bebé con una manta dorada y los ojos de la bebé son color dorado y es de piel blanca, cabello rubio.

—Tu eres el comienzo pequeña Elysia,por favor soporta un poco a Erebos puede ser un poco arrogante pero tú cariño amansaras su corazón —Dice el destino y la pequeña bebé sonríe haciendo que el destino sienta cariño algo que pensó nunca sentir.

—La dejaré aquí —dice Alara y se acerca a la barrera suspira y levanta su mano tocando la ,pasa la barrera y y respira.—Uuff.

—Que tenías miedo a no pasar —dice el destino burlando se y suelta una carcajada.

Alara lo mira de reojo y luego a la pequeña canasta y ve al bebé con una manta azul oscuro.

—Pequeño te espera un gran viaje ,por favor cuida a Elysia—Le dice Alara al pequeño bebé —Erebos y si el destino te llega hacer una broma llámame que lo golpeare.

—Te escuché Alara la barrera no es aprueba de ruidos.

—Lo se —dice Alara y deja la canasta del otro lado de la barrera.

—Gran idea de la barrera,pero este pequeño río bueno si se le puede llamar así.

—Tus críticas te las puedes llevar contigo.

El destino ríe y mira a Alara mientras suspira.

—Adios Alara.

—Adios destino.

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