55. "Te digo adiós"

Habían pasado cuatro días desde que desperté en el hospital. Estaba recostada en la cama con una aguja introducida en la vena de mi brazo, donde me suministraban medicamentos para el dolor de espalda. Ethan, no hubo un solo segundo en que no se despegara de mí. El miedo lo había consumido por completo. En sus ojos me daba cuenta de que no había conciliado el sueño en varios días, pero ahora es diferente, lo veo encorvado sobre un sofá pasando por el quinto sueño. Me parte el alma verlo de esa manera. Su aspecto no era normal, estaba todo desalineado y el arco debajo de sus ojos se hallaba teñido de una capa oscura. Al verlo así pienso que nuestra boda y en su cumpleaños, fue una perfecta película de terror. Debió ser un golpe devastador cuando se enteraron de que la novia fue raptada.

Mis padres se presentaron al poco tiempo de que yo me despertara. Hicieron lo mismo que Victoria, no pudieron contener sus lágrimas. Fue una tortura ingrata verme en tan pésimo estado. Jhon llegó en un par de noches anteriores con Anabeth, su novia. Leila por suerte recuperó a su marido que supuestamente estaba muerto. Nos llevamos una gran sorpresa al saber que Jaiden lo tenía encerrado el cuarto de la leña, atado de pies a cabeza. Leila, al saber de la existencia viva de su marido, cambio todo. Era una mujer que volvía a la vida.

Sobre nuestro pequeño secreto, nadie más que Ethan y yo sabíamos de su existencia. A excepción de la doctora, quien me realizó mi primera ecografía y explicó que está en perfectas condiciones. Mi vientre se veía un poquito más abultado de lo normal, pero no era perceptible para quien no conocía mi estado.

El sol estaba por esconderse otra vez y el alta aún no llegaba. Desanimada pasaría un día más en este hospital. No pretenden desunirse de mí desde el coma. Sin nada que hacer, me quedé observándolo. Sus gestos y su forma de dormir me eran maravilloso de deleitar. Aunque todo sonara un poco cursi, pero adoraba cada detalle de su manera de ser. Me embelesaba verlo así; sereno y lleno de paz. Sin embargo, la paz se desplomó de golpe cuando escuché el crujido de la puerta abriéndose. Mi corazón comenzó a bombear rápido. Ahora ya nada era igual, algo en mí había cambiado. Vi el sorpresivo rostro de Victoria apretando los dientes. Era ella, mi cuerpo dejó de temer. Los miedos se fueron, lo oscuro terminó. Trataba de cerrar la puerta con cuidado. Al juntarla, rápidamente caminó hasta quedar a mi lado.

—No sé qué haría sin ti, Alison. Me tenías tan preocupada. Lo bueno es que todo ya ocurrió. Ahora ese hombre está en la cárcel —Su voz se quebraba cada de vez que me visitaba y lo ha hecho seguido. Tomé sus manos y estas se hallaban temblorosas—. Yo no puedo perderte, eres como mi hermana.

—Sí, lo sé. Cálmate, por favor —Le murmuré en voz baja, al sacar una lagrima de su pómulo y ella asintió con ese mismo dolor de verme así—. Te debo decir algo muy importante.

—¿Qué? —Preguntó expectante.

En sus ojos leo lo impaciente que se encuentra por oírme. Le encanta escuchar secretos.

—Estoy en cinta hace dos meses —Confesé al morderme el labio inferior.

Hubo un gran silencio que dejó perpleja a Victoria. La miré en busca de alguna expresión cualquiera, lo que sea. Su ceño estaba fruncido y sus ojos se perdían en la pared. Luego su sonrisa se agrando y todo cambio. Pegó un grito al cielo y traté de silenciarla de inmediato. Miré a Ethan, pero estaba perdido en el sueño.

—Si lo sé. Es emocionante, pero silencio —La regañé entre susurros—. Ethan no ha dormido mucho.

—Sí, pobrecito —Cada vez que la oigo, me transmite tristeza—. Él fue quien más sufrió con tu desaparición. Fue una semana de infierno, Alison. Estaba destruido y no comía. Pasó muchos días terribles, al borde de algo que ni siquiera soy capaz de pronunciar.

Al oírla, mi atención se fue a Ethan con más calma de lo que poseo. Ya todo había concluido.

—Yo me encontraba igual de destruida que él, pero cuando me di cuenta de que estaba embarazada, todo cambio. Las esperanzas de salir de ahí volvieron —Recordé todo con una simple sonrisa. No fue exactamente lo malo, fue lo que me enamoró—. Quiero pedirte un favor, Vic.

Asintió.

—Claro, dime que es. Yo lo cumpliré como sea, soy tu hada madrina —Ella hablaba emocionada. Como persona es excelente, puedes confiarle hasta la vida. Es simplemente única.

—Hace dos semanas claramente no pude cumplir un gran sueño que siempre quise realizar con él...

Vic al instante colocó un dedo sobre mi boca, callándome.

—Al grano, prima —Sacó su dedo haciéndome reír.

—Quiero casarme definitivamente con él. Ethan también quiere hacerlo —Victoria chilló ahogadamente al interponer la mano en su boca—. Y tú eres la única que puede con esto...

—Claro que lo haré, esta vez será definitivo. Planearé la mejor boda que jamás hayas visto, incluso contrataré blanco tiradores si hace falta —Reí por su imaginación—. ¿Cuándo quieres tenerla?

Me coloqué a pensar con la cabeza más fría. Esto se tiene que calmar para que pueda ir al altar tranquilamente.

—En dos años más —Confesé—. Quiero que nazca mi bebé antes de todo. —La miré con detenimiento—. Hablando de bebés, la pequeña Gema, ¿cómo está?

—Está muy bien —Suspiró por un largo tiempo y su expresión cambió de golpe—. Adam, a pesar de la situación que estamos pasando, cuando viene a verla, le tiene mucho cariño y ella se alegra mucho al verlo.

—Tienes que terminar esto, Vic —Confesé y ella se negó—. Victoria, él no tiene la culpa, lo sabes.

—Es difícil, Ali —Sus ojos se llenaron de agua.

—No es difícil, solo dile que lo sientes. Yo... —Me silencié—, sé que nos equivocamos, pero también tenemos la capacidad de pedir perdón —Y sus lágrimas cayeron por enésima vez.

—Lo intentaré.

—Yo sé que lo harás —Murmuré—. Gracias por todo, Vic.

—No, gracias a ti por volver. Extrañaba mucho a mi hermosa prima que ahora sorprendentemente está embarazada —Se acercó hasta mí, dándome en un delicado abrazo—. Es hora de que comiences un principio, porque desde este momento no existe un final.