Cap. 18 Primeras reacciones

Punta Dorada, diciembre 2012

Un sinfín de ideas, imágenes y teorías desfilaron a toda velocidad por la mente de Luciano que momentáneamente se volvió caótica, y siendo organizada como era, por unos instantes se perdió en aquel revoltijo. No fue muy consciente de que Silvano le había arrebatado las fotografías y algunas de las mismas estaba listándolas por fecha, lugar, e incluso hora, pues se daba el caso de que unas cuantas habían sido hechas durante la época que duró su breve noviazgo.

La primera idea que asaltó la mente de Luciano, fue la de que por mucho que él se había empeñado en que al matrimonio de Ángelo y Kelly se le diese la menor publicidad posible, varios factores impidieron que así fuese, entre ellos el hecho de que Ángelo consideraba insultante mantener a su esposa en el anonimato. Luciano también estaba al tanto de que en algunos círculos se manejaba la información de que Ángelo tenía una hija, y aunque Damila solo había estado una vez en El Valle, él sabía que eso bastaba para que las personas menos indicadas del mundo la hubiesen visto, de manera que su primer pensamiento fue que intentasen atentar contra la vida de la chica en la creencia de que así dañaban a Ángelo. Sin embargo, logró controlar a su subconsciente que estaba atormentándolo, y notó que allí fallaba algo, porque aquel no era el método de los Madonia. Aun suponiendo que ellos hubiesen tenido la certeza de que Damila fuese en efecto la hija de Ángelo, habrían actuado del mismo modo que lo hicieron con Emiliana o con Franco, pues para ellos eran importantes dos cosas; la primera, intentar negociar intercambiando al secuestrado por Ángelo que era quien más les interesaba, pero suponiendo que no se pudiese, entonces la segunda cosa importante era dejar muy claro, en el cuerpo de la víctima, la firma de los autores. De manera que no, esto no podía ser obra de los Madonia.

No obstante, cuando Luciano salió de su abstracción que había sido momentánea, miró a Silvano y ambos parecieron pensar lo mismo; aquello abría ante ellos un enorme abanico de posibilidades, pero antes de investigar cualquiera de ellas, lo más importante era poner a salvo a Damila con la mayor urgencia.

• Atención equipo  --  dijo y estuvo seguro que todos lo escuchaban con la mencionada atención  --  LA a A14, a partir de este momento, código azul para tu objetivo. Se unen a grupo de seguridad de objetivo 4, Racer y Dark, guardias de veinticuatro por veinticuatro en cualquier lugar
• Copiado  --  le llegaron las voces de los tres
• Y ahora vamos a ver a esta fulana  --  dijo Silvano, pero Luciano lo sujetó
• Ícaro…
• No me digas que no puedo involucrarme  --  dijo y Bruno elevó las cejas mientras los que escuchaban se tensaban  --  Estoy consciente de que eres mi superior, pero antes que un Alfa, soy un Del Piero  --  agregó en tono helado  --  Así que si pretendes mantenerme al margen, asegúrate de matarme, porque de lo contrario, ni que me encierres en una caja de titanio lo lograrás

Dicho esto comenzó a caminar hacia la unidad médica mientras Bruno interrogaba con la mirada a Luciano y éste hacía un gesto negativo. Silvano sabía que Luciano podía haber ordenado a Bruno detenerlo, de manera que se había preparado para defenderse, algo que a su vez sabía Luciano y no le veía la utilidad a que dos de sus hombres saliesen lastimados, pero igualmente pensó que si bien con la inclusión de Silvano en el programa, sin duda estaban protegiendo su vida al igual que lo habían hecho con Fabiano y con los gemelos, lo que no había esperado era que resultase igual y hasta peor que Albano o que él mismo. No obstante, sacó los problemas disciplinarios de su cabeza para concentrarse en lo inmediato, y lo inmediato era alejar a aquel peligroso individuo de la persona que podía conducirlos a quien había ordenado atentar contra Damila.

Silvano por su parte, iba pensando en arrancarle a aquella mujer un nombre y hacerlo de cualquier forma que fuese posible. Aunque unos minutos antes se había hecho la pregunta de si Luciano sería capaz de maltratar a una mujer, ya que él nunca se lo había planteado fuera de los entrenamientos, ciertamente en ese momento habría sido capaz de cualquier cosa con tal de obtener el nombre que necesitaba para luego irse derecho a despellejar al responsable.

Sin embargo, aquel interrogatorio tendría que esperar, algo que no haría feliz a ninguno de los dos ni a nadie en realidad.

• ¿Qué tenemos?  --  preguntó Luciano irrumpiendo junto con Silvano al área donde aun la susodicha era atendida
• Herida con orificio de entrada y salida en la pierna izquierda sin compromiso del hueso. Herida superficial en la mano derecha por el roce de una bala, no hubo penetración, sino quemadura. Herida con orificio de entrada en el hombro derecho y…  --  en ese momento levantó la mano con la que sostenía una pinza  --  acabo de extraer la bala  --  agregó dejando la misma en la bandeja de trabajo  --  Además tiene dos costillas rotas, fractura del tabique nasal y una conmoción cerebral. La información acerca de otros posibles daños cerebrales para luego, porque estaba a punto de hacer un shock hipovolémico, y si no la atendía, sería historia

Javier ya se había acostumbrado a las irrupciones intempestivas de cualquiera de aquellos individuos mientras él trabajaba, de modo que había recitado su informe de manera profesional y sin inmutarse. Los chicos como Dante o Valentino, solían decir que después de lo que le había sucedido, aquel sujeto no tenía sangre en las venas, y que la ausencia de la misma, lo justificaba el hecho de que tampoco poseía un corazón que la bombease.

• ¿Pronóstico?
• Dependiendo de para qué la quieras  --  contestó Javier  --  Suponiendo que desees información, tendrás que esperar, porque ni siquiera estoy muy seguro de que le hayan dejado el cerebro en su lugar. Y definitivamente no ganará ningún concurso de belleza a menos que un hábil cirujano le devuelva su apariencia, asumiendo que hubiese sido agraciada antes de que le desfigurasen el rostro