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Prólogo: El Torneo de lo Oculto

Una noche oscura y fría.
Era una noche como cualquier otra… o eso parecía.

Una extraña energía fluctuaba por todas partes. No se sabía de dónde venía, pero ellos la sentían.
Los despertaba. Los atraía.
Una energía tan poderosa como ninguna otra, única en su esencia.

De entre esa energía surgió un ser con una forma sin igual.
Y habló.

Su voz se alzó en medio de la oscuridad, dirigiéndose a todo lo que dormía en las sombras.
A todo lo que no se podía ver.

“Por fin ha comenzado.
La profecía está a punto de cumplirse.
A todos los seres que habitan en la oscuridad:
este es un llamado para ustedes.
El evento que fue profetizado desde el principio de los tiempos… ha llegado.
Aquel que tenga el valor de participar, que se levante y venga aquí.”

Su voz se escuchó en todos los rincones ocultos.
Cada criatura mística y mágica la percibió.
Tanto dioses como demonios.
Cada ser de la mitología y de las leyendas que alguna vez fue nombrado en esta tierra... lo escuchó.

Para los humanos, la noche fue silenciosa.
Ellos no oyeron nada.
Porque aquella voz solo podía ser escuchada por los que ellos ignoraban.

🕯️ La profecía

Mucho tiempo atrás, antes de la humanidad, existieron los seres mitológicos.
Criaturas de leyendas, dioses, demonios...
Todos habitaban este mundo cuando aún no tenía nombre.
Y entre ellos, se transmitía una profecía.

Una promesa hablaba de un ser absoluto.
Un único ser que se alzaría por encima de todos, portador del verdadero título de Dios.
Un ser que lo dominaría todo.

Esa profecía cruzó generaciones entre las criaturas de lo oculto.
Cuando la humanidad llegó, algunos lograron ver retazos de ese mundo.
De ahí nacieron los mitos y las leyendas.
Pero el verdadero Dios… nunca apareció.

Los humanos dieron ese título a lo que no podían comprender.
Pero la verdad es esta:
el título de Dios sí existe. Y solo uno puede obtenerlo.

⚔️ El torneo ha comenzado

Para decidir quién será ese único ser supremo, fue creado un torneo.
Un torneo de fuerza pura, sin compasión.
Solo el más poderoso, el más sabio o el más temido, obtendrá el título eterno.

Durante siglos, muchos lo esperaron.
Otros lo olvidaron.
Pero ahora, el momento ha llegado:

El Torneo de lo Oculto ha comenzado.