Capítulo 14: La Locura del Rey Contra el Principio del Mal

Capítulo 14: La Locura del Rey Contra el Principio del Mal

Parece que hemos llegado a los últimos participantes, la última pelea que decidirá a todos los combatientes por el título de verdadero Dios. Aquí se decide todo. Desde el cielo, una gran luz brillante descendía lentamente hacia el estadio.

Parece que nuestro próximo participante ya está aquí. Esa luz comenzó a tomar forma: una figura con cabello largo y negro, grandes alas con plumas oscuras y ojos que ardían como fuego. Su sonrisa era traviesa y seductora. Era el primer pecado, la fuente de todo el mal, alguien que vivió en la luz y ahora estaba en la oscuridad. ¡Eres Lucifer, la estrella del mañana!

Con un gran aleteo de sus enormes alas negras, hizo sentir su presencia en todo el campo. La multitud reconoció la grandeza de este ángel caído; sabían que él era uno de los más poderosos, y uno de los que no podía faltar en esta batalla. Su arrogancia, alimentada por el poder, superaba incluso a la de los dioses. Una risa resonó por todo el estadio: "Jajaja..."

Se acercaba desde las puertas del estadio. Cada paso que daba retumbaba por todo el lugar hasta que emergió desde la oscuridad. Un personaje muy conocido, pero no tan arrogante como Lucifer. Este, conocido por sus travesuras y su gran poder, portaba un báculo mágico que se alargaba y se encogía a placer. Con una gran aureola sobre su cabeza y una armadura de batalla de la más alta calidad, dio un salto con gran fuerza, cayendo frente a Lucifer con una sonrisa juguetona.

"Así que esta es la estrella de la mañana, Lucifer... Nunca te había visto. Ahora veremos si lo que dicen los rumores son ciertos..." dijo el Rey Mono, Son Goku, desafiando a Lucifer.

La multitud observaba con asombro, esperando ver el enfrentamiento entre estos dos grandes personajes, conocidos por su poder, que no tenía nada que envidiar a otros considerados dioses.

¡Que la batalla comience!

El Rey Mono comenzó aumentando el tamaño de su báculo e intentó un ataque frontal contra Lucifer. Pero Lucifer, con sus grandes alas, se cubrió, tratando de detener el ataque. El golpe del Rey Mono hizo retroceder a Lucifer, dándole una advertencia de su poder. La arrogancia de Lucifer comenzó a desbordarse de furia al ver que el Rey Mono no temía enfrentarlo.

Lucifer voló hacia el cielo, invocando llamas en sus palmas, y comenzó a atacar con bolas de fuego al Rey Mono. Sin embargo, el Rey Mono esquivaba cada ataque de manera juguetona, burlándose de Lucifer cada vez que podía.

Con cada burla, Lucifer se desesperaba más. De pronto, las llamas de Lucifer se tornaron negras, formando una gran bola de fuego oscura que lanzó hacia el Rey Mono. Este, sin tomarse el ataque en serio, saltó en el aire con su báculo para esquivar la gran bola de fuego. Pero antes de que tocara el suelo, Lucifer chasqueó los dedos, haciendo que la bola explotara en el aire, alcanzando al Rey Mono.

Una gran sonrisa apareció en el rostro de Lucifer.

"¿Qué te parece eso, mono? ¿Ya no te ríes?"

Cuando el humo se despejó, el Rey Mono seguía ileso, pero su armadura divina estaba casi derretida. Lucifer se sorprendió al ver que su fuego no había quemado al Rey Mono.

"¿Qué clase de llamas son estas? ¿Cómo puedo derretir mi armadura divina?" dijo el Rey Mono, mirando sus heridas.

Lucifer sonrió con arrogancia.

"Estas son las llamas del Infierno. Yo, como su gobernante, puedo controlarlas a mi antojo."

"Parece que tendré que tomarlo en serio..." susurró el Rey Mono, preparándose para la siguiente ofensiva.

Lucifer, furioso, convocó nuevamente las llamas del Infierno, creando una gran espada de fuego negro.

"Es hora de acabar contigo, mono."

En un parpadeo, Lucifer desapareció del aire y apareció detrás del Rey Mono. Intentó apuñalarlo por la espalda, pero el Rey Mono, con su gran agilidad, esquivó el ataque, devolviendo el golpe con su báculo. La espada de llamas y el báculo se chocaron con fuerza, creando una gran explosión de energía.

"Este báculo no es normal... Incluso puede soportar las llamas del Infierno. No está mal, mono, pero no durará mucho."

Ambos comenzaron a intercambiar rápidos ataques, como un enfrentamiento entre dos espadas chinas. La multitud no lograba seguir los movimientos de tan alta velocidad. El Rey Mono, aprovechando su agilidad, hizo crecer su báculo y lanzó un golpe directo al cielo, enviando a Lucifer hacia arriba.

Sin perder tiempo, el Rey Mono convocó una nube voladora, subió a ella con gran velocidad y volvió a golpear a Lucifer, golpeándolo una y otra vez. Lucifer intentaba defenderse con sus alas, pero no podía evitar los ataques.

El Rey Mono, confiado, hizo crecer su báculo aún más, intentando asestar un golpe devastador. Pero Lucifer, sangrando por los impactos recibidos, canalizó de nuevo su fuego infernal. Esta vez, lo mantuvo en sus puños y, con gran velocidad, apareció frente al Rey Mono, golpeándolo repetidamente con el fuego infernal.

El Rey Mono estaba recibiendo grandes daños, pero no se rindió. Hizo crecer su báculo hasta tal punto que alejó a Lucifer, evitando el continuo asalto. Lucifer, al ver que el Rey Mono se mantenía alejado, comenzó a canalizar más energía en sus manos. En una mano, concentró el fuego infernal; en la otra, creó un destello de luz brillante. Intentó fusionar ambos poderes, creando un ataque capaz de destruir al Rey Mono.

Mientras tanto, el Rey Mono se recuperaba en el cielo, tomando su cabello y lanzándolo por todas partes. De él comenzaron a formarse miles de copias de sí mismo. Con una sonrisa, murmuró:

"Esto se acaba ahora..."

El gran ataque de Lucifer, que era un orbe compuesto por fuego oscuro y luz brillante, comenzó a formarse. Era tan potente que parecía casi imposible contenerlo. Lucifer lanzó el orbe al cielo, confiado en su poder.

Los clones del Rey Mono, con sus báculos, cayeron del cielo, comenzando a atacar. El orbe de Lucifer destruía una copia tras otra, pero parecía que no se detenían; seguían cayendo como si fueran infinitas.