De tal padre, tal hijo

-Gracias por aceptar que no veamos aquí. Es que después tengo una comida de negocios.

-No es nada, a mí también me conviene.

-¿Quieres pedir algo?

-Por el momento una tónica más tarde cuando viene mi acompañante veremos. (le dice al mesero)

-¿Bueno, comenzamos? (Karla con la mano hace él adelante) - Hemos visto lo que me mandaste y nos encantó. En fin nos decidimos por esta (le entrega la copia del dibujo por el que se han decidido).

Tomándola en la mano Karla le responde - Bueno. Quieren algún cambio o toman todo el pácete. (viendo que posiblemente no se expresó bien por su expresión, prosigue) - Me refiero a la simulación con cada exterior le mande como seria del dentro ¿eso está bien, le gusta?

-Aa sí, son perfectas todas a Fabio le encanto.

Al escuchar el comentario la cara de Karla se forma en la expresión de sospecha, hasta que no le sea claro - Tú no le has dicho que soy yo ¿que no? (que fue más una declaración que pregunta y cara de Eduardo le dijo todo. Con unas risas de incredulidad) - Que padre, tal hijo, ¿no así lo dicen? (Eduardo se quedó en vergüenza cambiando expresiones consiente que se comportó como un niño) - Solo espero que no esperas que la casa sea construida para decirle o a mí ponerme de nuevo en la posición de ser presente cuando se entera.

Por fuera calmado, por dentro hecho furia por la comparación, recuerdos y los reproches pasa las manos por la cara exhala - Okay bueno, no lo hice, no sé cómo.

-Lo único que te voy a decir es que esas palabras ya escuche y no necesitó recordarte como fue. (después de un silencio) - Anda que terminamos con esto que ya no quiero estar aquí.

-Sí, está bien. Nada todo ya sabes, las informaciones tienes lo único que queda es establecer las fechas.

-Como no es un proyecto corporativo creo que no necesitamos establecerlas. Supongo que sabe que hay posibilidad de retrasos así que cuando llega el material podemos hablar de unos y en ese momento cuando veamos como todo marcha los pongo en el informe.

-Bien entonces nos hablamos y veremos que sigue.

-Si, a pecar que el siguiente paso es el papeleo tenemos que buscar la aprobación correspondiente para poder cavar, construir, instalar.

-Muy bien, entonces eso esperamos.

-Hola, hola. ¿No interrumpo nada que no? (cerca de la mesa la alegre voz de Valeria los saca de poder decir cualquier cosa más y besa la mejilla de su hermana)

-No, mi cielo estamos por terminar. (mirando hacia Eduardo agrega) - No hay nada más ¿que no?

Eduardo quien mira en choque el comportamiento de las 2, pero y con la cabeza abajo simplemente contesta - ¡Si! (viendo que las 2 lo miran para que prosiga agrega saliendo de su estado) - No hay nada. (volteando la cabeza y levantando sé abrochando el saco, extendiendo la mano hacia Valeria se presenta) - Eduardo Olmedo... mucho gusto.

En la cara de Valeria es muy simple leer el choque: de sus ojos extendidos a la cabeza que va de Karla a el - Olmedo (dice hacia su hermana cuál se mantiene callada).

-Si (repite Eduardo no comprendiendo muy bien que sucede).

A ellos se unen las personas con cuáles Eduardo tiene una cita de comida de trabajo - Buenos días, señor Olmedo.

-Buenos días (desviando la mirada de las hermanas hacia sus clientes).

El tiempo que Eduardo pasa saludando cada persona Karla agarra su bolso y arrastra a Valeria fuera del restaurante. Con cada miembro sentado Eduardo se da cuenta de que Karla y su cita se fueron así que hace el esfuerzo de olvidarse de ellas y dedicarse a la reunión. Fuera del restaurante Karla está guardando los papeles el tiempo que Valeria está pasando recuperando sé del coque.

Con el dedo índice hasta la vitrina del restaurante - Olmedo. Como Neren Olmedo, como (su gran lista no logro terminar porque la interrumpió Karla).

-Si, si, como él. Eduardo es su hijo menor y antes de que comienzas no estoy en el estado de escucharte solo me quiero ir de aquí lo antes posible. (comenzado andar hacia su coche)

Dando se cuenta de la rapidez de su hermana y cuanto se haya alejado ya Valeria comienza correr despacio en su encuentro.