Capítulo 84: Ridgewell High

Capítulo 84: Ridgewell High

La habitación era un caos.

A pesar de lo divertido que podría ser en ocasiones, el hecho de que tres mujeres vivan en un mismo lugar a veces puede ser un casi desastroso. En estos momentos, así era.

Summer tenía puesto un vestido de encaje negro traslucido que tenía un patrón floreado bastante bonito, mientras que debajo una tela del mismo color le llegaba hasta los muslos, cubriendo así su cuerpo. Mi mejor amiga se estaba haciendo los bucles con el rizador, enfocándose más en las puntas de su cabello.

Por otro lado, estaba Chanel. La chica se había puesto un vestido de color crema, que tenía detalles bordados en azul marino, y acentuaba su barriga de embarazada sin hacerla ver como un globo. Se estaba retocando el maquillaje, pero no dejaba de quejarse de lo incómoda que se encontraba con esos zapatos.

—¿Por qué pensé que ésta era una buena idea? —dije bufando al intentar cerrar el vestido por mi cuenta.

—Porque lo es. Es un rojo bonito, no te ves como una zanahoria. —me dijo Summer, que había dejado su tarea al verme batallando y se acercó a subir el cierre de mi espalda.

—Más bien eres una sexy Jessica Rabbit. —bromeó Chanel, con una sonrisa.

—Pero sin las curvas.

—Y sin los senos. —acotó Summer, haciendo un gesto obseno con las manos sobre su pecho.

Yo negué con la cabeza, pero me miré de una vez al espejo. Mi vestido era el más sencillo de todos: no tiene brillos, ni encaje, ni nada. Era de un rojo un poco más apagado, no tan vibrante; con una sola tira que atravesaba mi hombro derecho y una leve rajadura en la pierna izquierda.

Mi idea inicial no era ponerme rojo. Todos saben que las coloradas raramente pueden usar vestidos de este tono, pero me decidí tan pronto lo ví. No era una de esas transformaciones de película, en las que la chica apenas si se puede reconocer después de ver ese vestido especial, pero este no es el caso.

Simplemente era yo. Con un vestido rojo.

El teléfono sonó sobre mi cama y vi la petición de videollamada por parte de mi padre, por lo que pegué un grito. Me senté rápidamente, acomodé un poco mi cabello y apreté el botón central.

A diferencia de mis amigas, yo estaba lista.

—¡Hola! —exclamé, con una enorme sonrisa en el rostro.

—Hola, cariño. —dijo la voz de mi padre, pero tan pronto como apareció mi madre en la pantalla, comenzó a lloriquear desconsoladamente.

—Oh, Dios. Mi bebé.

—Liv, cariño, no enfrente de Scarlett. —murmuró él, masajeando el hombro de mi madre. Tuve que tragar saliva cuando la observé limpiarse las lágrimas con el dorso de la mano y dedicarme una mirada de tristeza.

—¿Cómo están? —pregunté automáticamente.

—De hecho, estuvimos hasta recién en el teléfono con la tía Christine. Taylor te ha mandado muchos saludos, y los gemelos pidieron que le pases un mensaje a Patrick —dijo mamá, mirándome un poco confundida—. ¿Algo de que el pájaro está en el nido?

—Ni idea, pero se lo pasaré. —me encojí de hombros, sabiendo que nada bueno puede salir de esa mezcla.

—¡Hola, familia! —gritó Summer, levantándose el vestido con las manos y apareciendo detrás de mí con una sonrisa grande y los labios de color carmesí.

—Están preciosas. —exclamó papá, mirándonos con una sonrisa— ¿Está Chanel por ahí?

La chica se acercó tímidamente y expuso su figura en la pantalla, donde mis padres ahogaron un grito de sorpresa.

—¡Mira ese vientre! ¡Niña, estás por explotar!

—Lo sé, faltan pocas semanas. —respondió la rubia, llevando una mano a su estómago.

—¿Y el nombre?

—Aún no nos decidimos, no hasta que sepamos el sexo.

Mis padres asintieron con la cabeza, pero yo sonreí ante la mención del "nos". Aún ahora era extraño y surreal pensar que pronto mi ex enemiga mortal y mi mejor amigo estarían formando una familia.

—¿Ya están listas?

—Aún no, me falta terminar el peinado. —dijo Summer, tomando unos cuantos mechones de cabello y elevándolos arriba para que puedan verse mejor.

Mientras mi amiga se dedicaba a acomodarse su pelo, con Chanel nos sentamos en frente de la pantalla y nos pusimos a hablar con mis padres, ya que sí estabamos listas. Al cabo de unos quince minutos, después de que mamá convenciera a Chanel de ponerse zapatos "flats" y que Summer haya terminado con su elaboración, cortamos la llamada.

—¡Pasenla bien! ¡Digannos si alguna gana a reina del baile!

—Lo dudo, mamá. Llevamos semanas haciendo la anti-campaña. —reí. Los últimos días, llevamos hablando en TLBC sobre la importancia de elegir bien a la realeza del baile escolar: tiene que ser alguien que nos represente, alguien que sea el espíritu de Ridgewell, no sólo que sea alguien reconocido.

Muchos consideraban que lo que hacíamos era solamente para que no voten a Riley Piper, y nada más alejado a la realidad. Por supuesto, estaba en ellos decidir hacernos caso o no, pero la base de nuestra radio siempre fue expresar nuestros ideales, sean o no sean populares.

—¡Esas son nuestras citas! —canturreó Summer al escuchar golpes en la puerta.

—¡Diviértanse! ¡Nada de alcohol!

Pocos momentos después de finalizada la videollamada, nos acomodamos un poco los vestidos antes de abrir la puerta. Del otro lado, nos devolvió la mirada un atractivo rubio vestido de pies a cabeza con un traje azul oscuro, camisa blanca y un moño color negro.

—¿Y Patrick? —preguntó mi mejor amiga, claramente decepcionada.

—Los demás están viniendo. Quise venir a asegurarme de que mi cita esté bien.

Llevé una mano a mi pecho y no pude evitar suspirar. Con una sonrisa en los labios, Chanel tomó el brazo de Johnny y le dio un corto beso antes de salir a su encuentro.

—Estás preciosa. —dijo él.

—Y tú no estás nada mal, Becker. —le respondió ella juguetonamente, acomodándole el moño. — ¿Vamos yendo?

—Nosotras bajamos con ustedes. —dije, cerrando la puerta detrás de mí. La verdad es que apenas si podía con mi ansiedad. Pensar que este sería el último baile escolar me daba tristeza y nervios al mismo tiempo.