Capítulo 20.

Para:

De: Ivette ...

Esta sonando when a man loves a woman de Percy Sledge mientras voy el tren ,me gustaría decir que la siento tal vez que la vivo, pero no es del todo cierto. Porque yo soy la mujer y el hombre no está, no sé realmente porque te escribo.

En medio de todo el tormento te recuerdo una y otra vez, recuerdo tu voz, tu aliento en mi pelo, tus brazos alrededor de mi. Tus regaños incorregibles y tus manías de amar ¿Quién lo diría? El amor termino por matarte y aún a esta etapa no sé si te arrepentiste. Me gustaría preguntarte si valió la pena, que se sintió, si lo volverías a hacer o si no.

Quiero hacerte todas esas preguntas, no pierdo la fe de verte en mis sueños, si estuvieras viva sé que no me dejarías hacer lo que hago, pero lo hago por rabia, por venganza por el desacierto de la vida que me lo quito todo sin siquiera avisar.

Me robó todo, te robo de mi y me robó mi libertad.

Estuve dos semanas en el Tíbet, mientras escribo esta última carta para ti, voy de camino a mi prisión sin rejas y poco a poco he descubierto que lo peor del ser humano es la envidia y el rencor; ambas atosigan y dañan. Dominic es la viva imagen de todo eso, sé que tú veías algo más en él que todo esto, yo solo veo tu muerte reflejada en él. No me deja ir, no me deja ser libre, sin embargo te aseguro que lo seré.

El motivo por el qué te escribo es porque aunque prometí no hacerle daño, también tengo que cuidarme y estoy absolutamente segura de que siempre me harías elegir mi bienestar. Ya lo tengo casi todo planeado, aún me faltan detalles, pero seré libre o moriré en el intento.

Fuiste, eres y serás mi rayo de luz, sé que me cuidas desde el cielo y aunque ahora lloro, lo hago solo por ti. Espero que esas lágrimas lleguen al cielo en forma de esperanza y tú me la devuelvas en fuerza y amor. Porque cuando todo esto acabe no sé si aún tendré corazón o al menos si sentiré como es debido.

Con mucho amor.

Ivette.

El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor.

1 Corintios 13:4-5 |