3 - Un pequeño paseo por el bosque.

Domingo 26 de Diciembre.

Gran bosque del norte.

Frontera del reino de Arendelle.

8:00 de la mañana.

Dos largos y tranquilos días habían pasado lentamente desde que se llevó a cabo la gran celebración de noche buena, y durante todo este corto lapso de tiempo las cosas en el hermoso reino nevado continuaron de una manera sumamente normal, ya que todas las buenas personas de Arendelle decidieron regresar a sus respectivas labores del día, además de estarse preparando también para la llegada de un nuevo y fructífero año.

Por otra parte, mientras todo eso transcurría con mayor normalidad en la inmensa región de Arendelle, en una de sus tantas fronteras se encontraba caminando tranquilamente una joven mujer muy hermosa de cabello corto platinado, la cual vestía con con un bonito vestido de color azul oscuro, además de llevar sobre puesto un ligero abrigo de manga larga de color blanco combinado con azul, a su vez que también portaba un pequeño moño en su cabello como si de un bello adorno se tratará.

Esta hermosa mujer sólamente mostraba en la actualidad un mirada de total cansancio, como si esta misma hubiera recorrido un enorme trayecto con mucha anterioridad, además de que sus bellos ojos color café se cerraban continuamente visualizando una terrible falta de sueño.

?: Ojalá el pueblo no quede muy lejos, si no...no lograré mantenerme despierta.

Susurró la joven peliplateada con un gran cansancio en sus palabras, para después solo comenzar a introducirse lentamente en el gran bosque nevado del norte, al mismo tiempo de que unos cuantos copos de nieve caían ligeramente sobre su bello y cansado rostro.

?: Natsu, Juvia...Gaara, espero verlos muy pronto.

Fue lo último que dijo antes de introducirse por completo al recién aclaresido bosque de la región, el cual ahora mismo lucía tan hermoso como ya era de total costumbre para todos sus buenos habitantes, además de que el brillante sol poco a poco comenzaba a posarse por completo sobre el despejado cielo de Arendelle.

Región de Arendelle.

Gran bosque del norte.

11:00 de la mañana.

Pocas horas después de que aquélla bella mujer se adentrará por completo hacía las inmensas profundidades del gran bosque nevado del norte, en el tiempo actual dos pequeños niños y una hermosa joven pelirroja se encontraban caminando tranquilamente por la enorme espesura de este mismo bosque, ya que al parecer los tres sólamente disfrutaban de un simple y divertido paseo familiar.

Greige: Entonces, tuviste que recorrer todo este largo camino junto con Kristoff para poder salvar al reino de Arendelle.

Comentó el peliazul con un inmenso asombro en su mirada.

Anna: Si, aunque al final fue Elsa quién pudo regresar todo a la normalidad.

Habló la princesa con una pequeña sonrisa, ya que al parecer les había estado contando a los dos infantes la historia de cuando Arendelle fue congelado por los poderes de Elsa, aunque a su vez también explicándoles muy bien que todo fue un completo accidente.

Owen: La vida de mamá fue muy difícil, creo...creo que yo no hubiera podido soportar todo eso.

Dijo el pequeño príncipe pelinegro con una clara tristezas en su palabras, además de estar cargando sobre su espalda lo que parecía ser un ligero arco de madera, el cual contaba también con una cuantas flechas de un bello color rojo.

Anna: Pero esto cambió completamente cuando tu padre llegó al reino de Arendelle, ya que Sasuke fue el causante de que la vida de tu madre cambiara de una manera muy drástica, fue lo mejor que pudo haberle pasado.

Contó la pelirroja con una gran nostalgia reflejada en su mirada al estar recordando la primera vez que el pelinegro llegó a las inmensas instalaciones del castillo, siendo a su vez un día tan especial que ella jamás en su vida olvidaría.

Greige: El rey Sasuke ama demasiado a la reina, eso se puede ver muy claramente en su mirada.

Owen: Aunque no nos gusta para nada ver cuando se están besando.

Dijeron los dos infantes reales con gran diversión mientras jugueteaba a los alrededores de la princesa, misma que simplemente los apreciaba jugar con una cariñosa sonrisa en su hermosa mirada.

Después de que esta pequeña plática terminará por completo, los tres miembros perteneciente a la gran familia real sólamente se dedicaron en continuar con su tranquilo paseo, aunque sin saber en los más mínimo que muy pronto se encontrarían con una persona demasiado particular, misma que a su vez guardaba una inmensa cantidad de recuerdos sobre ciertos jóvenes elementales de Althohalla.

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Gran bosque del norte.

11:30 de la mañana.

Mientras tanto, en una zona un poco más alejada de donde se encontraban nuestros protagonistas desplazándose, la antigua mencionada mujer de intenso cabello platinado todavía se visualizaba caminando lentamente por las profundidades del hermoso y nevado bosque de Arendelle, pero ahora actualmente haciéndolo de una manera un tanto desesperada, ya que en su bello rostro se podía notar claramente la verdadera frustración por no poder salir de la enorme espesura boscosa.

?: Maldición...en donde queda ese miserable...pueblo de Arendelle.

Se preguntó a sí misma de una forma muy entrecortada, al mismo tiempo que también respiraba agitadamente debido al gran cansancio que invadía todo su cuerpo.

?: Esto me pasa por venir caminado hasta este lugar...creo que sí debí aceptar el barco que me ofrecieron para llegar.

Comentó la ojicafe antes de detener simplemente su caminata, para después solo observar hacía diferentes dirección del nevado bosque de la región, de esta simple manera buscando el camino correcto que quizá tal vez debería tomar.

?: Todo el bosque se ve prácticamente igual para mi, y aún más con esta interminable nieve, creo...creo que nunca podré salir.

Volvió a comentar la bella joven de cabello platinado con un tono cansado en sus palabras, misma que a los pocos minutos sólamente decidió reanudar su arduo camino, un camino que al parecer le estaba resultando prácticamente imposible de terminar.