Capitulo 8

Capítulo 8: Lucas B.

Cada día que pasaba era una tortura, el no poder tener una comida decente, estar incomunicado sin siquiera estar activo en las redes sociales, al menos para poder ver que noticias o quizás encontrar algún comentario que si crea en mi inocencia, pero como iban las cosas lo dudaba.

No podía dejar de pensar en lo que había alcanzado sin la ayuda de  mis padres, sin siquiera utilizar sus influencias, la fama como escritor me lo gané con mi propio esfuerzo, nadie podía negarlo, ni siquiera podía decir lo contrario. Mi vida siempre estuvo llena de facilidades, incluso para tener a las novias que quería.

Mi mayor logro es y siempre será el hecho de haber podido abrirme camino en este mundo, yo solo, podía sacar el pecho sin vergüenza o señalamiento. A mi padre y madre nunca les gustó eso, siempre poniéndome de ejemplo a otras personas, que debería de seguir, quizás tendría razón, pero mientras pueda quería disfrutar de lo que podía, de mi juventud, pero siempre con la intención que en ese libertinaje podría encontrar el amor, un amor de verdad, donde podría sentirme cálido, pero no lo encontré.

Clara ha hecho que me olvidara momentáneamente del problema que Ainhoa a ocasionada en mi vida, en estos momentos solo quería hallar la forma de volver a acercarme a ella, Me llamaba mucho la curiosidad, quería saber más acerca de ella, pero no como a primera vez, quería profundizar en su vida y saber por todo lo que ha pasado para ser la mujer que era.

Una mujer orgullosa, y aunque no la conocía mucho podía ver que era una mujer aguerrida, todo fuera de lo común a lo que siempre he acostumbrado conocer, el hecho de ser diferente a todos la había intrigante.

Salgo de mi vacilación cavilación, bajo la mirada en mi portátil el título del informe por parte del poder judicial, hacía que me dieran calambres en el estómago. «Agresión física» en el documento solo se podía leer la causa de la denuncia de la víctima y habiendo hallado pruebas, se habría paso una investigación.

La denuncia la habría realizado semanas antes de dar la noticia a los medios de comunicación, de forma que le puso fin a nuestra relación y a mi vida profesional, por el momento.    

Seguía en negación, era cierto, no podía creer lo que estaba pasando, antes pensaba que todo era un show montado por los mismos implicados, porque de esa forma era la única vía para llegar a multiplicar la fama que tenían. Así se manejaba el mundo del espectáculo, así se manejaba en el Perú, una batalla constante donde te destruyen o elegías destruirlos primero.

El sonido de las notificaciones de los mensajes que mi manager me estaba enviado, hace desviar mi mirada hasta mi teléfono y decido ignorarlo, luego de unos minutos el teléfono comienza a vibrar por una llamada entrante

–Lucas, ya te he dicho que necesito que me respondas todo lo que te pregunto – me reclama al responder. – Si no quieres escuchar mi voz y que te malogre el día, solo responde.

–¿Qué te responda qué? – masajeo mi sien – Ya te he dicho que yo nunca la he golpeado, ni gritado, ni nada de lo que ella alega que he hecho.

–Ha mostrado pruebas de un médico legista –  intento controlar mi respiración, pero me era imposible – Muestra graves lesiones en el cráneo, costillas y …

–Ya déjalo – le interrumpo – La verdad va a salir a la luz.

–Lo sé, por eso quiero que me digas verdad – miro arriba intentando no creer lo que dice – Confío en ti, soy tu amigo Lucas, pero preguntar no me impide nada.

Me quedo en silencio, sin querer responderle.

–Ya te dije toda la verdad – respondo aprontando la mandíbula.

–Ya compré lo que me pediste – cambia de tema – Me demoré porque tenía que coordinar bien quién podría llevarlo hasta dónde estás, sin que revele tu identidad.

–¿La cama es cómoda? – voy directo al grano

–Lo mejor para el mejor – sonrío – Lo compré donde siempre compras, no podría arriesgarme a comprar en otro lugar.

–Gracias hermano – respiro aliviado.

–Lucas… ¿seguro que no te estás metiendo en ningún problema? – miro a través de la ventana y noto como una mata de cabello negro se acerca a lo lejos, me agacho inmediatamente. – ¿Lucas?

–Hablamos luego, mándame todos los documentos que envié al poder judicial, quiero estar informado.

Me asomo por la ventana y visualizo a Clara que estaba caminando, pero no estaba sola, tenía compañía junto a ella, era un hombre que no podía distinguir a la perfección.

 Frunzo mi ceño al ver como ella sonreía, me acerco más intentando sacar mi cabeza por la ventana, pero el que pueda verme me detiene la acción.

Pierdo de vista a ambos por el ángulo de la ventana y esperé a que él avance por su camino, pero no aparecía, al parecer seguía junto a ella. Lo cual era extraño, solo habían pasado dos semanas desde la última vez que la pude ver, pero hasta donde podía saber, ella no era de aquí y no conocía nadie.

Dejo de pensar en ello y espero con paciencia en la ventana a que el hombre que la acompañaba vuelva aparecer y lo hace, pero después de 9 minutos.

¿Quién podría ser esa persona que la había acompañado? Salgo de mi habitación y bajo las escaleras decidido a ir hasta donde estaba ella, pero recordé lo último que me había dicho y lo mejor era no invadir su espacio personal. Tenía que hallar la manera de acercarme a ella sin que tenga la intención de rechazarme.

–Madre – respondo ante la llamada entrante.

–Lucas, silencia a esa mujerzuela antes de que yo me involucre. – podía sentir su irritación en su voz.

–Todo se solucionará.

–¿De brazos cruzados? – me interrumpe – Los abogados de tu agencia son unos ineptos, ¿Cómo es posible que esa mocosa siga apareciendo en la televisión dañando nuestra reputación?

Sonreí al darme cuenta del motivo porque me estaba llamando.

–Mis abogados ya están solucionando eso y saben lo que tiene que hacer, no te preocupes.