Capítulo 2

Luke

Cierro fuertemente la puerta del despacho, estoy cansado de escuchar estupideces salidas de gente vulgar, el día menos pensado echo al equipo entero y me quedo yo solo. Necesito tomar algo, sobre todo para olvidar, me voy al armario, este armarito me ha salvado más de una vez. Cojo la botella de Whisky y me lo echo a palo seco, me lo tengo que tragar entero como un jarabe de niños, seguro así veo las cosas algo diferente.

Abro las cortinas que dan a la calle, al otro lado veo a gente pasear, parecen pequeños como el tamaño de una hormiga. En la mano sujeto un vaso de Whisky, recibo una llamada, el teléfono no ha dejado de sonar en toda la mañana asi que lo dejare estar. Bastante he escuchado ya.

—Luke, veras, hay algo que quiero decirte… creo que debes de saber... —y sin dejarla terminar me abalanzo sobre el teléfono y lo cojo sin apenas despeinarme.

—¿Si? —exhalo una gota de aire mientras espero varios segundos a que me responda, no se escucha nada, tan solo su respiración que se acelera por momentos.

El sonido de un pitido intenso se alarga en el tiempo. Está claro que me acaba de colgar, no quiere saber nada de mí y lo entiendo. Lo que no entiendo ahora es porque de repente me ha llamado, decido no seguir dándole vueltas al asunto, bastante lo que he hecho ya.

Me he pasado, he sido un cretino con Mia cuando ella lo ha dado todo por mi, creo que debería de ir a disculparme por todo lo que he hecho pero en el fondo se que eso no serviria.

Quiero hacer un último intento llamándola de nuevo aunque al igual que los mil intentos anteriores no creo que esto sirva de nada.

Me pongo el móvil sobre la oreja y me aflojo la corbata, me está dejando casi sin aire.

Suenan varias veces el sonido de la señal del móvil, concretamente cinco hasta que sale el contestador, ya no tiene hueco en el buzón, en una semana se lo he llenado y se de sobra por experiencia que ni los ha escuchado porque sino desde hace dos dias podria seguir dejándole alguno. Lo único que he sacado con todo esto es escuchar su voz que aunque no me consuela me calma un poco.