61 - El fin de la puerta eclipse.

Gran imperio de Fiore.

Antiguo templo eclipse. 

Un poderoso relámpago de intenso color azul resonó fuertemente sobre toda la deteriorada zona perteneciente al legendario templo eclipse debido a lo que se apreciaba aconteciendo en ese preciso momento, mismo acontecimiento en el cuál se podía observar al antiguo príncipe de las lejanas islas del sur siendo totalmente atravesado por lo que parecía ser una afilada y larga espada formada de una gran energía gélida, tratándose de una inminente arma elemental qué a su vez se encontraba en ese instante posada entre las cálidas manos de aquélla hermosa fémina portadora de unos bellísimos e inigualables orbes azules como el impresionante mar de la zona norte.

Misma fémina de lindo cabello rubio platinado que simplemente se podía visualizar observando de una forma sumamente seria al hombre que en ese momento se apreciaba arrodillado sobre el devastado y terrible escenario boscoso, hombre de fulminantes orbes verdes como las hojas de los árboles que a su vez se encontraba sufriendo de una manera inimaginable debido a la afilada espada formada de hielo que en ese instante se distinguía atravesando su maligno corazón repleto de un profundo rencor.

Hans: Miserable...monstruo.

Decía el joven de intenso cabello rojizo con un inmenso dolor físico reflejado en sus palabras antes de que este mismo antiguo príncipe de las lejanas Islas del sur se derrumbara completamente sobre el devastado escenario repleto de magia, siendo de esta manera como la quinta espíritu guardián perteneciente a la lejana región de Althohalla pudo darse cuenta de que aquél maligno hombre que había secuestrado a su hijo se encontraba actualmente en el mundo de los muertos. 

Elsa: Adiós...príncipe Hans. 

Susurró la flamante reina de Arendelle con una suma seriedad reflejada en su angelical tono de voz al estar apreciando como el cuerpo de aquél terrible hombre se podía visualizar en ese instante totalmente inerte, para después aquélla misma fémina portadora de unos ojos azules proceder a sacar su afilada espada formada de hielo del lastimado cuerpo del joven que durante mucho tiempo le causó un insoportable sufrimiento emocional.

Shinobu: Ojalá te pudras para siempre en el maldito infierno miserable. 

Habló la hermosa fémina de intenso cabello negro y lindos mechones púrpura con una notable seriedad adornando su inigualable mirada mientras se encontraba observando finalmente el cuerpo inerte de aquél maltrecho príncipe llamado Hans, misma fémina portadora de las impresionantes mariposas elementales qué a los pocos segundos transcurridos decidió posar sus bellísimos ojos sobre la flamante mujer que en ese preciso momento se apreciaba cómodamente sumergida en un absoluto silencio.

Por otra parte y después de confirmarse en su totalidad la muerte de aquél maligno hombre originario de las lejanas islas del sur, nuestras dos queridas protagonistas elementales habían decidido enfocar completamente sus respectivas miradas en dirección al enorme portal mágico que todavía continuaba ubicado sobre el tormentoso cielo del bosque de cristales, mismo portal que al parecer había comenzado a desintegrarse más rápido de lo debido a causa de los hechos acontecidos con un poco de anterioridad en las nevadas tierras del reino de Arendelle a manos de los dos nuevos compañeros de la princesa pelirroja. 

Shinobu: El...el portal está a punto de desaparecer, él reino de Arendelle estará totalmente a salvo majestad. 

Comentó la hermosa fémina portadora de las poderosas mariposas púrpuras con una notable suavidad reflejada en sus palabras mientras se encontraba observando cómo aquél descomunal portal mágico continuaba desplomándose cada vez más y más, tratándose de un impresionante acontecimiento que además también se podía visualizar siendo apreciado de una manera sumamente detenida por la quinta espíritu guardián perteneciente a la misteriosa e inigualable región llamada Althohalla. 

Elsa: Finalmente...todo acabará.

Exclamó la hermosa fémina de intenso cabello rubio platinado con un notorio agradecimiento reflejado en su angelical voz al estar observando como aquél portal mágico había comenzado a convertirse en pequeñas partículas de completa energía, siendo al final simplemente cuestión de unos cuantos segundos para que aquéllas mismas partículas empezaran a producir una inmensa explosión mágica sobre el cielo repleto de nubes negras de tormenta perteneciente al gran templo eclipse.

Shinobu: Ahora falta lo más importante.

Elsa: La legendaria puerta eclipse.

Dijeron ambas féminas portadoras de la impresionante magia elemental con una notoria seriedad reflejada en sus respectivas miradas una vez que aquélla enorme e increíble explosión repleta de magia había terminado por completo, tratándose de un acontecimiento qué a su vez parecía haber provocado qué el tormentoso cielo perteneciente al antiguo templo eclipse fuera despejandose poco a poco ante las expresiones sumamente serias por parte de las dos bellas mujeres.

Elsa: Debemos destruirla...para siempre.

Pronunció la hermosa fémina de intenso cabello rubio platinado con una suma seriedad en sus palabras al momento de decidir enfocar sus bellísimos ojos azules como el mágico mar del norte en dirección a la legendaria puerta eclipse, misma puerta formada totalmente de una tremenda cantidad de magia elemental que al parecer todavía continuaba en ese preciso instante desplomándose poco a poco debido al devastador ataque que había recibido con mucha anterioridad.

Shinobu: ¿Cómo lo lograremos?.

Preguntó la flamante fémina portadora de las inigualables mariposas púrpura con un ligero tono de duda reflejado en su intimidante voz al momento de estar observando cómo su querida compañera había comenzado a dirigirse lentamente en dirección a la legendaria puerta eclipse, misma fémina de inigualables ojos azules como el mágico mar del norte que al parecer sólamente decidió comenzar a concentrar poco a poco una notoria cantidad de su impresionante poder gélido alrededor de sus dos manos mientras seguía trasladándose a su único objetivo.