EXTRA AMOR CORRESPONDIDO: EL DETECTIVE JUANMA

Una hora más tarde de esa pregunta que ha hecho Juanma, Evie, sus padres y sus primos llegan a nuestro campo a pasar la tarde, pues somos amigos de la familia de Evie. Esta me mandó un mensaje diciendo que iban a venir. Incluido él.

Cuando llegan, voy a abrirles la puerta grande del campo, ya que al estar jugando con Juanma, estoy más cerca, y el niño me sigue. Al hacerlo, vemos primero a Evie y a él y Juanma, con ese desparpajo que tiene, suelta:

- ¿Sabéis que mi prima tiene un crush con alguien?

Siento que se me escapa el aire. Evie se queda atónita, mientras intenta no reírse. Los demás se miran entre ellos, y yo trato de disimular la vergüenza que siento ahora mismo

- ¡Juanma! – le regaño – Te he dicho que eso es secreto.

- Pero si no he dicho quién es – replica – De hecho, lo voy a descubrir pronto, ya verás

Evie suelta una carcajada, incapaz ya de contenerse. Y él…bueno, se dedica a levantar una ceja y esbozar una de esas sonrisas que me hace temblar aún más.

Aunque lo único que quiero es que me trague la tierra, lo que hago es coger a Juanma de la mano y le digo en voz baja:

- Anda detective, tira para la casa antes de que digas algo más que no debas.

Juanma asiente como si nada, mientras yo me muerdo la lengua, consciente de lo que ha soltado el niño puede complicar las cosas.

Evie, por supuesto, no puede estar callada. En cuanto entramos al salón, se acerca a mí y me susurra:

- ¿Un crush? ¿Y quién será? ¿Alguien que, por casualidad, acaba de entrar por la puerta conmigo?

- Evie, por favor, no empieces – le digo, sintiendo cómo el rubor sube por mis mejillas.

- Claro que no – responde ella con ironía – Solo es un pequeño detective sacando información, nada más.

Mientras, Juanma vuelve a su misión de enseñarle la hormigonera a todo el mundo. Me fijo cómo se acerca a él, quien se ha sentado en una silla y le dice:

- Oye, ¿tú sabes quién es mi crush?

Él lo mira, sorprendido, y luego sonríe, siguiéndole el juego

- No, Juanma. ¿Quién es?

El niño se acerca como si fuera a confesarle el mayor secreto del mundo, y se lo susurra al oído, aunque lo hace tan alto que toda la casa lo oye:

- Es Laura, de la guarde. Compartimos la merienda, y es tan buena conmigo que por eso es mi crush.

Él, muy serio, asiente, como si hubiera recibido información confidencial.

- Vaya, Laura sí que parece buena persona y la verdad es que tiene un nombre muy bonito. ¿Y qué piensas hacer para conquistarla?

- Pues para eso tengo que casarme. Y para eso necesito una casa. Por eso la hormigonera – señala el juguete, todo orgulloso – Y cuando me case con Laura, voy a invitar a mi prima.

Todos se ríen por la ocurrencia de Juanma. Yo, en cambio, siento alivio, ya que por un instante he temido lo peor, pero resulta que ese “gran secreto” era su compañera de guarde. Evie, como es de esperar, no tarda en soltar uno de sus típicos comentarios:

- ¿Ves? El detective tenía razón, él tiene un crush. Ya estabas preocupada.

- Evie – le susurro, diciéndole que se calle con la mirada.

Ella no me dice nada, solo me dedica una de sus sonrisillas.

Mientras, Juanma, sigue hablando:

- Eh, que es verdad, es más, ya lo tengo claro. Primero la casa, luego la boda y luego ya os invito a todos.

- Es un plan perfecto – le responde él conteniendo la risa – Ya verás como Laura no se puede resistir a alguien como tú.

El niño sonríe orgulloso y se va corriendo a enseñarle la hormigonera a otra persona.

Yo trato de relajarme, pero la sonrisa de él me confunde. No sé si se ríe por lo que ha dicho Juanma o porque en el fondo ha notado lo nerviosa que me he puesto cuando el niño ha dicho eso en la puerta del campo.

Evie se acerca a mí y me dice en voz baja:

- Esta vez te has librado, pero como Juanma siga indagando, no sé cuánto tiempo vas a aguantar.

No tengo nada que replicarle, así que solo me dedico a apartar la mirada.