CAPITULO 7: EL FINAL DE UNA FARSA

​"Me levanté a las cinco de la mañana, un poco más temprano de lo normal. Acompañé a mi madre a hacer las compras para surtir la tienda, y el sol, que ya empezaba a calentar, prometía un día común y corriente. Después de almorzar, le dije a mi mamá que iba a casa de mi novia. Quería arreglar las cosas. Mañana era 31 de diciembre, y la idea de empezar el nuevo año con una pelea me parecía terrible.

​Me bañé, me alisté y salí. Cuando llegué a su casa, la vi un poco más serena. La saludé, y ella me respondió entre dientes, un gesto que me hizo sentir que las cosas no serían fáciles. Le propuse que habláramos.

​'No quiero continuar con esta farsa', me dijo, y el mundo se detuvo.

​Se quedó mirándome a los ojos. 'Siento mucho esto, pero estoy saliendo con alguien más, alguien que sí me dedica tiempo y que no pasa metido en una tienda o en la cancha de fútbol'.

​Quedé paralizado. ¿Cómo era posible?

No teníamos ni veinte días de relación, y ella ya estaba con otra persona. La revelación me golpeó con la fuerza de un puñetazo en el estómago. La pelea sobre Sullys no era más que una excusa. El enojo de mi novia no era por celos; era porque ya no le interesaba estar conmigo. Había perdido el amor y el interés en menos de tres semanas. La simpleza de mi vida se había esfumado por completo."