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1 de mayo de 1957
(Escrito en una página suelta del diario)

Los conozco como la palma de mi mano. Me crié con ellos.
Y aunque no soy parte de su sangre... conozco a cada uno mejor que muchos.

Michael, el mayor, tiene 18 años. Es egoísta, manipulador y cruel cuando quiere. Siempre fue grosero, especialmente con Mel. A pesar de su edad, es el más responsable -quizás porque heredará las plantas de petróleo de su padre hasta que sus hermanos crezcan. Pero eso no le quita lo despiadado. Lo he visto humillar a la señora Beatriz más de una vez... y eso dice mucho de él. A veces le tengo miedo.

Melquisedec, el segundo, tiene 17. El típico chico fiestero y mujeriego... del que yo, tontamente, me enamoré. Nunca ha sido cruel como Michael, pero con ese apellido, no debería confiar en nadie. Aún así... nunca lo he visto hacer algo malo. No directamente.

Malkier, con 16 años, es un completo misterio. No habla mucho. No sé casi nada de él. Siempre está observando, en silencio... como si supiera cosas que los demás no saben.

Y los gemelos... Renato y Reven, de 15. Todos en la casa los detestan. Son sarcásticos, malcriados, siempre haciendo berrinches. No estudian con los demás -nadie en el pueblo sabe cómo lucen realmente. Pero yo sí. Yo los veo todos los días.

Trabajo en esta casa, aunque solo soy la hija del cocinero.
Y eso es lo que soy para todos: invisible.
Pero esa invisibilidad me ha permitido ver demasiado.

-Rebecca