Capítulo 20

Tienes que saber esto

La noche se torna interminable cuando me quedo despierta hasta las dos de la madrugada. Ojalá hubiera sabido que a las tres tú estabas aún despierto; te habría llamado, al menos para decirte que estoy contigo. La tentación de expresarte un "Te quiero" ha llegado a mí en dos ocasiones, y quizás en tres, y no sé cuántas veces más persistirá hasta que, de manera automática, te envíe un mensaje proclamando mi afecto. Ignoro cómo reaccionarías, pero desearía que me devolvieras ese "te quiero".

Siento que podría vagar por las calles en altas horas de la madrugada, quizás buscando tu hogar, porque sé que allí estás prisionero, y yo, como una guerrera que no ha cumplido sus sueños, te buscaría para protegerte del dragón.

Imagino correr bajo la lluvia si algún día me llamas en medio de una tormenta; sabría que estás en problemas y creo que incluso iría a otro continente para encontrarte y defenderte. He vislumbrado la delicadeza en tu mirada; aunque tal vez sea dura con los demás, yo percibo la fragilidad de tu interior y sé que anhelas apoyo y amor.

He notado tu vulnerabilidad al mirarte a los ojos y a veces temo que descubras la mía. ¿Soy tan fácil de leer? ¿Me traicionarías? Estoy convencida de que daría mi vida por ver una sonrisa sincera en tu rostro; al menos desearía hacerte sonreír alguna vez mientras me miras a los ojos.

Creo que estaría dispuesta a enfrentar las adversidades de este mundo; sé que puede dañar profundamente. Yo ya estoy muy lastimada, pero tú eres delicadeza, aunque te disfraces de rudeza.

Mira, te estoy observando y veo a alguien que clama por ayuda, a un niño pequeño que necesita un abrazo. Te ofrecería mis brazos para que fueran tuyos si pudiera. Te hablo con sinceridad; veo dentro de ti mientras todos los demás se quedan atrapados en tu máscara de indiferencia.

Parece como si hubieran transcurrido siglos desde que empecé a observarte, pues así me entrego a todos, y al final solo recibo heridas. ¿Lastimarías a la única persona que se quedaría a tu lado sin importar lo que suceda? Sería una locura; aunque me lastimaras, permanecería contigo, porque incluso mi propia sangre me hiere cada día y por ella también detendría balas.

Siempre he entregado todo sin recibir nada a cambio; no me importa, porque siempre he sido así. Fui un ángel protector desde niña, aunque anhelaba ser una gran guerrera; mi instinto siempre fue percibir cosas que otros no ven y sentir emociones ajenas al resto, marcando así la diferencia.

Debes saber esto: si algún día me necesitas más de lo que necesitas el oxígeno, yo te daría el mío sin dudarlo, aunque eso signifique quedarme sin aire.

Debes saberlo porque te has convertido en parte de mí como si fueras también mi sangre; y yo cuido de mi sangre con fervor para que nunca se derrame.

Tómalo todo de mí, siempre fue tuyo.

Ya mi sangre arranca todos los días mi alma.