LXXXI

SARKA

-Te use, solo quise llegar a mi objetivo- dice malévolamente Ava, mientras toma asiento, en un trono que no es suyo.

-Pero, yo confié en ti. Se supone que me harías fuerte y me darías todo lo que quería.

Se comienza a reír como loca.

-¡Jamás!, yo solo manipulo a la gente a mi antojo- alza su ceja evaluándome seguramente ve como me rompo por cada segundo contando. Aprieto mis puños de lo enojada que estoy.

-Eres mala- me guiña el ojo y saca una daga de sus piernas.

-Ya lo sabía, por eso me ves en el infierno. Lástima que tú también pertenezcas aquí. Justo como quería. Tu querido hermanito no te podrá rescatar Sarka, el no puede entrar- comienza a caminar hacia mí, lista para apuñarme. ¡Oh mierda!, que bajo caí, me lo merezco, porque oportunidad para huir no hay- porque es Santa Claus- se burla- ni yo lo puedo creer- de tanto odio pareciera que se fuera a salir los ojos. Se para delante de mí y toma mi mentón- ahora cuál es tu ultimo deseo antes de morir y servirme- cierro los ojos, lagrimeando de lo arrepentida que estoy.

-¡Nunca te voy a servir!- grito ronca, me limpio las lágrimas- que mi familia me perdone por todo lo que hice- recibo una cachetada fuerte haciéndome sangrar por la boca.

-Pues te lo mereces por perra- le miro a los ojos, sus pupilas oscuras como una noche oscura sin luces, donde solo hay oscuridad, sus labios resecos y amarillentos, cada palabra que desprende es de malicia, odio y su esbelta figura de porcelana que se puede romper si es lanzada por los aires.

-¡Pues matame!- me señalo- me lo merezco por servirte, ¡matame!- grito y justo cuando lo va hacer me hago un ovillo del miedo que siento.

Esto es la cobardía, sin luchar y recibir lo que tanto merezco. Traicione a mi familia, al ángel, a mi amigo, y a mí misma. Ya no me queda nada.

-¡Alto ahí!- grita una voz de mujer, la toma de los pelos y la arrastra por el suelo, mientras la rubia le toma de los pies y juntas se las llevan. Me quedo estática porque no sé que hacer o cómo reaccionar. Acaso en esta vida merezco otra oportunidad.

-Levantate- dice la pelinegra de ojos azules. Me ofrece su mano y la tomo temblorosa- me limpia las lágrimas- todo va estar bien Sarka, ahora cierra los ojos- niego asustada, acaso si voy a morir pero de buena manera.

-No quiero morir- me arrodillo llorando desconsolada- no quiero morir por favor- junto mis manos suplicando así tal vez me oyan estos ángeles.

Escuchen mis plegarias.

-Cierra los ojos- dice la cálida voz, después también se arrodilla y me toma las manos- todos cometemos muchos errores pero en esta vida quien no merece otra oportunidad para cambiar- me siento tan débil y con un dolor de cabeza que me hace negar todo lo malo que he hecho- si todos lo merecemos- sigue limpiando mis lágrimas - ahora cierra los ojos.

Finamente lo hago tragándome mi saliva y mi llanto. Ella se aleja para después escuchar varios disparos y caer desmayada contra el suelo.