¿ DOMAR A LA BESTIA ? ¡BUENA SUERTE CON ESO !

Rodrigo, Agustín, Bongo y el piloto quedaron atrapados en medio de una situación que definitivamente NO estaba en el plan original de la despedida de soltero.
Por un lado, una criatura mutante con más brazos de los que debería tener un ser vivo.
Por otro, una tribu de cazadores que parecía más loca que peligrosa.
Rodrigo susurró.
—¿Soy el único que siente que esta gente no sabe lo que está haciendo?
Agustín asintió.
—Sí, pero finjamos que confiamos en ellos para no morir de inmediato.
Bongo gruñó.
—Yo solo quiero que alguien me saque de este maldito lío.
El líder de los cazadores levantó una mano.
—¡Que nadie se mueva!
Rodrigo levantó una ceja.
—Amigo, la cosa con seis brazos es la que se está moviendo, nosotros estamos más quietos que estatua de museo.
La criatura rugió, mostrando sus colmillos afilados.
Uno de los cazadores dio un paso adelante con una lanza.
—Podemos controlarla…
Agustín frunció el ceño.
—¿Cómo? ¿Con amor y paciencia?
El cazador sacó una cerbatana y le disparó un dardo tranquilizante… que rebotó en la piel dura de la bestia.
Rodrigo puso cara de incredulidad.
—¡¿Eso era tu gran plan?!
El líder se quedó en silencio.
—…Bueno, en mi defensa, funcionó con un jabalí la semana pasada.
La criatura rugió aún más fuerte y saltó directo hacia ellos.
Rodrigo gritó.
—¡¿Y AHORA QUÉ?!
Los cazadores soltaron las lanzas y salieron corriendo como si los hubiera perseguido su suegra.
Agustín miró la escena.
—¡GENIAL! ¡AHORA SÍ QUE ESTAMOS JODIDOS!
La bestia golpeó el suelo con una de sus enormes patas y la vibración hizo que Rodrigo tropezara y cayera de espaldas.
Piloto (aún aturdido):
—Chicos… creo que tengo una idea…
Rodrigo gruñó.
—Si es "correr", ya la tuvimos.
Piloto sonrió con cara de borracho.
—No, no… Vamos a asustarla.
Bongo lo miró con cara de "¿en serio?".
—…Es una criatura mutante que se comió quién sabe a cuántos tipos, ¿cómo diablos quieres asustarla?
Piloto sacó algo de su chaqueta.
—Con esto…
Rodrigo miró el objeto.
—¿Un encendedor?
Piloto sonrió como si fuera un villano de película.
—Exacto.
El hombre encendió la pequeña llama y se la mostró a la criatura.
La bestia, para sorpresa de todos, se detuvo en seco.