LXVI

Diocles

-Hermano – se frota los ojos Artemis.- ¿Qué haces tan temprano en mi casa?

-Necesito de tu ayuda, voy hacerle pagar a Henry por lo que hizo y para que tampoco hable.

-Buenos días Dio- aparece Iris atrás de Artemis, con su camisa puesta y esto es una sorpresa para mis ojos.

-Ustedes están más juntos que antes- digo.

-Vivimos juntos- menciona Artemis y me hace pasar.

-Desde cuándo – les sonrió.

-Desde hace mucho tiempo- se rasca el brazo Iris y ahora recuerdo que mi hermano me lo dijo cuando llegue.- ¿Ya desayunaste?  

-No.

-Hare el desayuno para los tres- le da vergüenza aparecer así. ¡Dios mío! espero que no salga lastimada.

-Para cuatro mejor- regreso a ver a Dru.

-Primero me cambiare- sube corriendo por las escaleras.

-Tomen asiento- dice Artemis y se pone la camisa que tiene encima del sillón.

-Escucha la próxima vez que venga te llamare para no encontrarlos así – me mira boquiabierto.

-De acuerdo, es más factible- Dru se burla.

-¿De qué te ríes?- le pregunto fulminándolo.

-De lo que haces. Qué bonito, me gusta que estés con Iris espero que la cuides.

-Mira Dru…. lo hare así que tranquilo.

-Yyy ¿Cómo te ayudamos Dio?- pregunta Dru.

-Creen que este en su casa ese hombre – digo y pienso que lo más fácil sería ir a verlo de una vez.

-No lo sé……… - dice Artemis e Iris baja por las escaleras ya vestida casualmente.

-Hare el desayuno y nos sentaremos en la mesa a conversar... para eso vinieron ¿verdad?

-Si- movemos todos la cabeza.

**

-¿Están listos?- pregunto.

-Si hermano.

- Es un departamento lujoso- recorre la mirada Iris.

-Entremos y hagámosle pagar- menciona Dru.

Soy el primero en entrar y el resto me sigue por atrás. Cuando llegamos golpeo la puerta y un hombre con heridas rasgadas en su cara aparece por la puerta.

-Te llamo más tarde Benjamín – dice el idiota que pego a Isabella. De esta no va a salir libre.- Y ustedes quienes son…. espera yo te conozco.

-Si, nosotros también – habla Artemis.

-Que- chilla.

-Que nada – Iris se pone enfrente de nosotros y le patea en el abdomen. Este se golpea con la pared que tiene atrás suyo.-Ah mi amiga nadie la toca.

Y así nos vengamos nosotros.

-No te preocupes le borrare sus recuerdos. Me refiero a los recuerdos que tuvo con Isabella y este que acaba de pasar- dice mi hermano.

Tres semanas después

Grecia

-Debo agradecer a tu novio- le digo a Iris mientras bebe su cocktail.

-Si se portó muy rudo.

-Eso le pasa por aprovechado y farsante, que bueno que lo despidieron de la escuela en la que trabajaba.

-Bueno cambiando de tema. ¡Chicas! no puedo creer que en dos semanas me caso- chilla de alegría Alicet. Estamos feliz por ella y ahora estamos celebrando su despedida de soltera, no sé por qué quiso acelerarla pero admito que queria distracción después de tanto estrés.

-No creen que deberíamos salir a bailar a la pista- regresamos a ver a Iris.

-Si- hace puchero- ahora que lo pienso debiste invitar a Jade- dice Alicet.

-Como la voy a invitar, si está en otro país y solo para un día- confieso.

-Pero yo quiero invitarla a mi boda- caminamos las tres hacia la pista de baile.

-Yo ya me despedí de ella, pero si quieres hazlo no más, es tu boda además  sé que ahí si tendré que despedirme para siempre.

-Tendrás que hacerlo, porque voy hacerlo- nos estira Iris los brazos.

-Chicas muevan el esqueleto- grita para que le escuchemos dentro de tanta bulla y ruido de la música.

-No te da miedo que entre por esa puerta- le señaló. – tu Dane. Estas que ardes hoy…con ese vestido azul muy corto- me mira distraída parece que esta borracha.

-Artemis, llamalo así y no, así que muevan el esqueleto-no puedo creer comienza a sonar música de la década del 2000’ y eso me emociona, Alicet  coge dos copas copa de vino del mesero que va pasando.

-Toma- me ofrece y la tomo.

-Solo una.

-Ya llevas dos- me dice y miro a Iris bailando.

-Con esta tres -digo.

Después de unas cuantas horas, sinceramente perdí la noción del tiempo.

-Por Alicet, que por fin se casa- grito muy fuerte y la cabeza me comienza a girar.