Entrada 11 – "¿Esto es amistad?"

Decepcionado. Herido. Con una sonrisa falsa clavada al rostro. Así entré a mi nueva vida.

El primer día no parecía tan malo. Al entrar al salón noté algo curioso: estaba rodeado de chicas.

Me pareció extraño. Nunca había estado en un grupo así. Me senté en la última fila, a un lado, lo más alejado posible de todos. Intentando no llamar la atención.

Como en todas las escuelas, el primer día tocó presentarse. Uno a uno fueron pasando. Cuando llegó mi turno, me puse de pie y caminé hasta el frente.

Casi 40 personas. Y solo yo era el único hombre. Sentí las miradas. Algunas reían, otras murmuraban… pero no se sentían como las risas crueles del pasado. Era diferente.

Los días comenzaron a pasar. Y entonces, algo extraño sucedió:

No me sentía mal. No me sentía incómodo.

Con ellas, podía hablar por horas. No se burlaban. No me golpeaban. No me exigían ser "duro" ni esconder lo que sentía. Me escuchaban. Reían conmigo. Compartían.

Y ahí, por primera vez, una pregunta apareció en mi mente:

—"¿Esto es amistad… de verdad?"

Conforme pasaron los meses, el grupo se hizo más pequeño. Algunas se salieron, otras cambiaron de turno… pero yo… yo encontré mi primer grupo de amigas.

Cinco chicas increíbles. Ellas me cuidaban. Me hablaban bonito. Me invitaban a comer. Y lo más importante… me hacían sentir yo.

En los ratos libres, nos sentábamos en círculo, compartíamos música, pláticas interminables, risas sinceras.

A veces me pintaban las uñas por juego. O me hacían peinados tontos. Y yo… me reía con ellas.

Porque en ese momento, me sentía aceptado.

Por fin alguien me veía sin juzgarme. Por fin podía mostrar esa parte que tanto escondí.

Quizá la vida no era tan mala. Quizá había encontrado un rincón donde respirar.