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A pesar de su temor a intentar utilizar el columpio, Violet observó lo fácil que lo había hecho Lucy y lo divertido que parecía. Aunque se sentía cansada y agotada tras tantas horas de estar sentada en el avión, se había prometido disfrutar cada país al máximo. A pesar de que su padre le había advertido sobre los peligros de la laguna, Violet consideró que, al estar Lucy a su lado, no ocurriría nada grave. Además, Lucy se había convertido en una buena amiga y madrastra, quien siempre la aconsejaba y cuidaba, y que también se tomaba el tiempo necesario para hacerla disfrutar.

La idea no era del todo desfavorable para Violet; representaba simplemente una oportunidad de diversión para aprovechar el día. A pesar de sentirse aterrorizada y algo fatigada, decidió ceder. Sin embargo, nunca imaginó que sus brazos adormecidos le fallarían en el momento más crítico. Aunque Violet era una nadadora competente, no anticipó que quedaría atrapada en las hierbas, apenas visibles en la superficie de la laguna, pero abundantes en su interior. Además, el fondo de la laguna no era firme, sino que consistía en lodo, lo que dificultaba que Violet pudiera mantener el equilibrio, provocando que se resbalara repetidamente. En ese momento, solo sus manos eran visibles por encima del agua.

Es evidente que Lucy era consciente del agotamiento general de todos, sin embargo, se había cansado de simular constantemente un comportamiento amoroso. Aprovechando la oportunidad, decidió actuar de manera maliciosa, induciendo a Violet a utilizar el columpio con la intención de que cayera en la laguna y experimentara un susto. No obstante, lo que realmente no anticipaba era que Violet quedaría atrapada bajo el agua.

Al observar que Violet no emergía y que sus manos se movían de manera errática en el agua, Lucy inicialmente pensó que se trataba de un juego. Sin embargo, a medida que transcurrían los segundos y se hacía evidente la desesperación de Violet por salir de la laguna, Lucy comenzó a sentir una creciente inquietud. Temía que una de sus travesuras pudiera culminar en una tragedia, lo que la dejaría en una posición sumamente desfavorable, despojada de todos sus bienes.

Sintiendo una ligera inquietud, Lucy introdujo sus pies en el agua con la intención de tomar las manos de Violet entre las suyas y jalarla con fuerza para sacarla de la laguna. Violet, en ese momento, comenzó a toser con desesperación en busca de aire, ya que si Lucy hubiera esperado un minuto más, sin duda habría perdido la vida en aquella laguna.

—Te advertí que debías sostenerte con firmeza. Observa lo que has provocado. ¿Es esto lo que planeabas, ponerme en problemas con tu padre si algo te sucedía? Pensé que eras lo suficientemente fuerte como para mantenerte en el columpio, pero me equivoqué —comentó Lucy, mientras se limpiaba las manos, sintiéndose disgustada por haber tocado aquella agua.

Al escuchar las quejas de Lucy dirigidas hacia ella, Violet, sintiendo su garganta irritada y húmeda, se arrodilló en el suelo mientras lloraba amargamente, con las manos temblando incontrolablemente. Sin duda, esta experiencia la había afectado profundamente, pero las palabras de Lucy fueron la gota que colmó el vaso, haciéndola sentir agraviada por ser reprendida.

—No llores, no hay razón para que llores. Ven, tómame la mano— dijo Lucy, ofreciéndole su mano con una actitud comprensiva y amable. —Escucha, no tienes por qué llorar por estas trivialidades. Ya ha pasado y pertenece al pasado; has aprendido la lección y ahora serás más fuerte que antes. Solo necesitas ir a bañarte, lavarte el cabello, ponerte una pijama y descansar. Te prometo que si haces esto, te sentirás mejor más tarde, y yo me encargaré de informarle a tu padre que saldremos a ver una película.

A pesar de que Violet tomó la mano de Lucy, esta no podía dejar de sollozar, entrecortada por el hipo, mientras asentía con la cabeza.

—Escucha, es muy importante que me prestes atención —dijo, deteniendo sus pasos y mirando a Violet directamente a los ojos—. Es fundamental que mantengamos esto en secreto entre nosotras, porque si se lo comentas a tu padre y él se entera de que desobedeciste sus órdenes, podría poner fin al viaje y regresar a casa. Por lo tanto, actuemos como si esto nunca hubiera sucedido, ¿de acuerdo?

—De acuerdo —susurró Violet, mientras intentaba secar sus lágrimas y caminaba de la mano de Lucy hacia la casa.

Steven, quien había logrado hackear todas las cámaras desde el momento en que Violet ingresó a la casa, había podido escuchar y ver todo lo que había ocurrido. Steven era una persona indudablemente apasionada por su trabajo; de no ser así, quizás se habría perdido aquel momento tan turbio. Inmediatamente, envió el video a Charles, ya que consideraba que era de suma importancia.

Charles, quien se encontraba conversando con la especialista en diseño, percibió la vibración de su teléfono móvil en su bolsillo, seguida del sonido del timbre. Sin embargo, decidió ignorarlo, considerando que no era de suma importancia. A pesar de ello, las notificaciones continuaron llegando, lo que llevó a Rayla a mirarlo con curiosidad y a comentar: —Revisa si es algo importante; no es habitual tanta insistencia, ¿no crees?

—No considero que sea algo de extrema relevancia, pero permíteme verificar. Continúa conversando con Odette mientras me excuso un momento— respondió Charles.

Al revisar las notificaciones, se encontró con un mensaje que decía "URGENTE, NECESITAS VER ESTO" en letras mayúsculas. Charles, alarmado, presionó el botón de reproducción del video, sintiéndose aterrorizado por lo que sus ojos presenciaban, al tiempo que se aseguraba de que Rayla no pudiera ver dicho video.

Charles se encontraba en una situación difícil, sintiéndose atrapado entre dos opciones sin saber cómo proceder. Experimentaba un profundo malestar al ocultar información a Rayla, pero al mismo tiempo, había notado que ella había estado actuando de manera inusual, mostrando signos de ansiedad, mareos y una sensación de pesadez en el estómago. Charles no deseaba que su estado de salud se deteriorara aún más si llegaba a enterarse de la situación.