Llegando al final

De a poco, los capítulos de mi vida están llegando a su fin, pero considero que no es un libro finalizado. Es el primer libro que escribo, ese primer libro que siempre dije que quería escribir. Quizás a algunos les haya gustado, a otros no tanto, algunos se hayan sentido identificados, otros hayan renegado de mis escritos y renunciaron a seguir leyendo...

Pero, más allá de todo eso, para mi es un orgullo y es una meta cumplida: pude escribir mi primer libro. Ojalá todas las personas tuvieran la posibilidad de escribir el libro de cosas que le pasan, que puedan manifestar su alegría, su enojo, su tristeza.

El fin de todo escrito es poder manifestar en palabras los sentimientos, finalidad que no todos pueden realizar: porque no saben escribir, porque no pueden ver, porque no tienen tiempo, porque no han tenido la posibilidad de reflexionar acerca de sus vidas, etc.

La posibilidad de expresar los sentimientos es fundamental, porque nos hacen sentir livianos de poder expresar lo que sentimos. La vida me ha enseñado que nunca debemos reservarnos nuestras palabras, nuestros sentimientos porque nunca sabemos cuando es nuestra última oportunidad de hacerlo.

En este libro hay manifestaciones de mi niñez, adolescencia , mujer, madre y docente; todas estas acciones se conjugan en una sola persona. Yo soy yo, soy lo que heredé de los valores que me inculcó mi familia, en especial, mi padre, a quién me gustaría seguir teniendo conmigo aún. Soy lo que aprendí en el campo, lugar al que me gustaría volver alguna vez; aunque Colonia sea mi lugar elegido por adopción, el campo es mi lugar preferido por privilegio.

No quiero finalizar sin antes agradecer a todos los protagonistas de este libro, que son en definitiva de mi vida, personas, lugares, animales que han formado parte de mi vida. Y si habrán sido importantes, que formaron parte de mi primer libro.

Este libro está llegando a su fin, así como llega el placer de haber cumplido una de mis metas una vez más. ¡Qué placer es sentir que uno cumple sus sueños!¡Qué placer cuando puedo decir: tarea cumplida!...