Deuteronomio 12

En Deuteronomio 12, se establecen los decretos y ordenanzas que el pueblo de Israel debe obedecer al habitar la tierra que Dios les ha dado. Se les instruye a destruir los lugares de culto paganos y a adorar únicamente en el lugar que Dios elija. También se les recuerda que cuando crucen el río Jordán y vivan en seguridad en la tierra prometida, deben llevar sus ofrendas al lugar designado por Dios para adorar y celebrar juntos. Se les advierte que no coman la sangre de los animales, sino que la derramen en la tierra, y que no adoren a los dioses paganos de las naciones circundantes. En resumen, se les instruye a obedecer los mandamientos de Dios sin añadir ni quitar nada, para que les vaya bien a ellos y a sus descendientes.