Una Reina como Regalo

Tras la repentina muerte de mi padre, tengo que convertirme en reina y encontrar novio en un mes. ¿Cómo puedo elegir entre tantos caballeros egoístas al que sólo se interesa por mí? ¿Y cómo puedo callar mi corazón, a pesar de que grita desesperadamente por amor a mi propio guardaespaldas, que me es indiferente? No sería tan malo si mis enemigos no estuvieran maquinando, y el número de contendientes por mi mano y mi reino no estuviera disminuyendo misteriosamente. Inesperadamente, me convertí en prisionera en mi propio palacio y se me asignó el papel de regalo para el futuro rey.