Humanos Contra Demonios

CAPÍTULO 159

Humanos contra demonios.

CAPÍTULO 159

Una campana suena y Dreimo sale del salón de clases.

—Debo ir al gremio, tal vez encuentre personas interesantes ahí.

Diakar lo alcanza y camina a lado de él por los pasillos.

—Oye, Dreimo, ¿no quieres ir a comer algo?

Dreimo voltea a verla.

—Debo ganarme su confianza… Pero no quiero que se enamore de mí.- Piensa.

Dreimo voltea y deja de verla.

—Yo iré al gremio que se encuentra en la capital. Puedes acompañarme si quieres.

—Claro, vamos.

-Mundo 1-

Estoy haciendo abdominales mientras estoy colgado de un árbol. Uso mis piernas para sujetarme de la rama del árbol.

La carreta está frente a mí, estamos en un bosque algo sombrío, pues hay fantasmas por todas partes.

Los fantasmas rodean el árbol, me están observando.

—¡¿Ya?!- Dice el fantasma de un niño.

—Debimos parar en otra parte…

Me suelto y aterrizo de pie... Pisé el fantasma de una chica al aterrizar, pero no le pasó nada malo... Pues es un fantasma.

—Solo voy a revivir a las personas buenas, así que no se quejen o destruyo sus almas.

—¡Sí!- Dicen todos.

Neka me observa reviviendo a las personas.

—El poder mágico de Daniel es realmente increíble.

Lejos de ahí, en la isla que flota en el cielo. Nadia está sentada debajo de un árbol y Sinfer está parado frente a ella.

—Daniel realmente se divirtió torturando a tu clon, ¿no?

—Maldito hijo malagradecido, después de todo lo que hice por él, me paga de esta manera.

—¿Y qué hiciste por él?

—¡Le dí la vida!

—Supuse que dirías eso… Sufuco atacará en dos días. ¿Te sientes preparada mentalmente?

—Sí, no te preocupes.

—En dos días tendremos en nuestro poder a Cano.

—Cano sigue dormida… Ese espíritu es realmente raro, despierta y se vuelve a dormir.

—No será tan difícil hacer que despierte, solo tenemos que matar a la abuela de Daniel.

Lejos de ahí, en el bosque, siento un mal presentimiento en mi pecho.

—Algo malo pasará…

-Mundo 50-

Dreimo y Diakar entran a un enorme gremio. Hay mesas en donde los aventureros comen, hay una pared llena de hojas, y hay tres ventanillas, en donde los aventureros solicitan misiones y recogen las recompensas, en cada ventanilla hay una mujer, empleadas del gremio.

—Este lugar parece interesante… Ven, necesito que me traduzcas.

—Está bien.

Dreimo se dirige a la pared que está llena de hojas.

—Supongo que esas hojas contienen la información de las misiones…

Dreimo le llama la atención la foto de una mujer con serpientes en lugar de cabello.

—Vaya, ¿ella existe aquí?

Dreimo señala la foto con su dedo índice derecho.

—¿Qué dice ahí?

—D-Dreimo, ¿estás seguro?- Dice sonrojada.

—Por favor, lee lo que dice.

—"¿Q-quieres divertirte con nosotras? Burdel "Serpiente dorada" está abierto las 24 horas del día."- Dice Diakar con la cara roja.

—Vaya… ¿Son anuncios?

—Algunos, pero la mayoría son misiones.

Un chico de unos 20 años se para detrás de ellos. Tiene la mitad izquierda de su cabello de color azul y la otra mitad de color rojo. Su ojo izquierdo es rojo y su ojo derecho es azul. Su cabello es algo largo. Usa un pantalón negro, una camisa blanca de manga larga y una capa negra. Tiene una espada rosa en su espalda... Se parece a mi padre y a mí… ¡Se parece demasiado!

—¡Daniel les da la bienvenida al gremio! ¡Mi nombre es Daniel, mucho gusto!

Los dos voltean a verlo.

—Soy Diakar.

—Mi nombre es Dreimo.

—¡Daniel quiere invitarlos a comer! ¡A Daniel le gusta conocer a los aventureros nuevos! ¡Daniel siempre está en busca de compañeros que lo acepten!

—Hablas raro… Eres divertido.- Dice Diakar con una pequeña risa.

—¿Nadie te acepta en su equipo?

—Daniel es un poco torpe. Daniel es fuerte, pero torpe.

Dreimo pone su dedo índice derecho sobre el pecho de Daniel y lo empuja despacio.

Daniel pierde el equilibrio y cae.

Todos en el gremio comienzan a reír.

—¡Dreimo, eso fue muy grosero!- Dice Diakar enojada.