Desánimo

El sol del mediodía brilla con intensidad. El tráfico luce estancado. Las líneas de autos se mueven poco. El peor momento para manejar. El resplandor de la luz ciega a cualquiera. Le sube al aire acondicionado, no logra sentir el efecto. Estresada, repiquetea con las uñas sobre el volante, ya se sabe de memoria la placa del carro de enfrente. Mira en su celular la hora, desliza su dedo para desbloquearlo y da una ojeada a las noticias. Se da cuenta de que ella es el tema de conversación en el programa de hoy de “Emergentes”. Sincroniza con el reproductor para escuchar con más volumen.

«Es que hay rumores de que terminaron, porque ya no sube nada relacionado con él. Si, pero, si te fijas en su perfil, no sube ni fotos suyas. Yo vi su último directo, muy divina ella, de verdad que Alicia es muy guapa, aunque se le vea cachetona. ¿Será por el aumento de peso que ya no sube nada? Vi un rumor de que podría estar embarazada. Ya sabes, cuando no suben nada por un tiempo es por la panza (risas). ¿Te imaginas que están juntos por eso? Tendría sentido la polémica. Por acá sospechan que Rylan es controlador, por eso es que ya no publica tanto desde que está con él. Bueno, puede ser muchas cosas, pero volviendo a lo ocurrido. ¿Me cuentas?, yo me lo perdí. Ella hizo un típico preguntas y respuestas, ignorando las preguntas sobre él. Al cerrar, le pidieron que saliera Rylan, y ya por complacer, siempre tan hermosa con su gente; fue y se sentó al lado. Todo bien, hasta ese punto.

»El problema vino porque un “especialito” de estos, que siempre los hay. Comentó, te lo digo tal cual: “mira, es el mantenido”. Y no hubiera sido polémica si, Rylan, no hubiera respondido. Porque de inmediato un moderador borró el mensaje. Pero el chico, con obvia molestia dijo: ¿por qué lo borras, si dice la verdad? Y ahí es cuando la pareja se miran con una tensión. Se nota que han discutido por eso. ¿Y cómo termina? Ella sonríe, recuperando la compostura y él se va. La deja sola para que se despida de los espectadores. ¿Cómo me perdí ese momento? No sé que estabas haciendo, tienes que ver el corto, la mirada entre ellos es espectacular. Debió ser incómodo. Si, es obvio, pero tu sabes como es, mientras exista el chisme, el drama puede multiplicarse, y acá estaremos nosotros para contarlo».

Apaga el reproductor. Suspira con molestia. Pensar en Rylan la inquieta. Comienza a meter una de sus uñas por debajo de las otras por ansiedad. El tráfico sigue sin avanzar. Emite una queja silenciosa, quisiera poder dejar el carro en medio de la calle e ir caminando.

Han pasado ocho meses desde que iniciaron su relación. Le gustaria pensar que el tiempo ha pasado rápido y fue provechoso, pero no puede decir que no fue una tortura. Es una pesadilla. Rylan no sabe manejar la atención que recibe. No sale de casa, vive encerrado en ese pequeño lugar que consta de una sala-cocina y un cuarto. Alicia no pensó en pareja cuando decidió comprar ese espacio, era su escondite de soltera. Y mucho menos pensó que su preciado amor se encerraría en casa. Ha hecho de todo para convencerlo de salir, pero las pocas veces que lo ha logrado resultó en fracaso. A Rylan siempre lo reconocen. No han encontrado un lugar donde no se obstine. Al fin la cola de autos se mueve.

Alicia respira profundo, llena de felicidad los pulmones. Termina con las revisiones en la tienda. Su mamá hace buen trabajo de administradora. Alicia solo tiene que venir a firmar las compras y pagos de salarios. Con solo eso es suficiente su presencia, pero para ella no es así. Se queda un rato para ayudar. Revisa los encargos. Organiza los maniquíes, verifica los patrones a coser. Que los cortes de tela estén bien, por sobre todo, que sus empleados estén a gusto. Y saluda con una sonrisa a los fans que pasan por la tienda. Es un lugar fácil de ubicar.

De regreso pasa por el mercado. No trajo consigo la lista, pero recuerda lo que falta. Suspira al no saber qué frutas escoger. Le gustaría venir con Rylan. La inquietud vuelve a ella. Será mejor regresar pronto a casa, teme al dejarlo mucho tiempo a solas.

Hay depresiones que son pasajeras. Por un evento, alguna relación. Dolores momentáneos que nos hacen caer en ese vacío. Y también existe otra, de la que no puedes librarte. Tal vez por genética, o estás tan acostumbrado a hacerte daño que logras degenerar la mente de alguna forma. Todo pierde el sentido. Tu cabeza no para de hacerse preguntas. Piensas en todo y por nada. Te ahogas en lagunas mentales sin necesidad alguna. Puede que en algunos días te sientas mejor, pero basta con una emoción, una cara, o una palabra para volverte a hundir en ese desastre emocional. Todo es cuestionable. Nada es espontáneo ni viene por gracia. Las acciones de los demás se vuelven sospechosas. Dudas que se albergan en el corazón, el daño que hacen, el peso que causan. Se convierte en una pesadilla.

Alicia vuelve a jugar con sus uñas, mientras se enfrenta a otra congestión de autos. Avanzan con lentitud. Mira la calle, la gente camina, se nota que disfrutan del día, de lo poco que queda del sol. Duda en si comer helado o no. No lleva nada dulce, quizás debería detenerse cerca y comprar algo rico. Estaciona el carro apenas encuentra un lugar. Al bajarse, mira con sorpresa la tienda delante de ella. La vitrina está llena de guitarras, bajos y teclados. Los ojos se le iluminan, es como una señal. Sin pensarlo demasiado entra. Se acerca al mostrador para preguntar por el precio de las guitarras acústicas. Sabe que a Rylan le gustará tener una. Escucha con detenimiento y mira los colores, indecisa de cual escoger. El chico que la atiende le habla con emoción sobre la calidad. Ella no entiende nada. Elige una negra, ese color siempre se verá bien.

Va de regreso a casa con una sonrisa. Un regalo inesperado que podrá llenar de alegrías las tardes de Rylan. Y un par de helados para ver una película antes de dormir. ¿Qué podría salir mal?

—Llegué —grita al entrar. Deja las bolsas sobre el mesón. Baja de nuevo al carro para buscar la guitarra.