Capítulo 14 - Annabeth

Crow: -¡¡Buaaahhh!!!

En nuestros primeros 3 días de viaje nos lo hemos apañado comiendo la comida que preparé para el viaje, ahora solo me queda un mendrugo de pan seco para mí, y la leche de cabra ya se acabó.

Crow lleva sin comer desde anoche y no para de llorar.

Annabeth: -Crow… por favor, deja de llorar. Pronto llegaremos a Farkas, ya no falta mucho.

Hemos estado avanzando sin detenernos todo el viaje, solo es cuestión de 2 días más para llegar… quizás en 3 días a este ritmo. Oh, eso es mucho tiempo para un bebé. Yo me las apaño con cualquier hierba que pueda comer o nueces, pero Crow quiere leche.

Tengo que admitir que su llanto me está desesperando, NUNCA en mi vida he escuchado a un bebé llorar TAN intensamente. Va a romperme los tímpanos.

Tuve que derretir el muro de hielo o me quedaría sorda. Ahora solo tengo miedo de que pueda provocar una avalancha con tremenda voz.

Annabeth: -¿Qué más podría darte?... Crow…

Quizás un té, solo espero que quiera beberlo.

-¿Qué tal un poco de Néctar de Espíritus?

Annabeth: -Sí, eso podría funcionar…

Un momento, ¿quién me respondió?... Doy un salto al ver a nuestro no deseado invitado.

¡ES UN ESPÍRITU SUPERIOR!

Annabeth: -¡Lamento haber interrumpido la paz de tu territorio! ¡Lo sentimos!

Lo digo lo más humildemente posible al agachar mi cabeza.

Esto es malo.

Demasiado malo.

Horrible.

Nefasto.

¡¡Que mala suerte la mía!!

Solo los Espíritus con un alto poder espiritual pueden hablar el idioma humano.

Y entre más ALTO el rango, MÁS PELIGROSOS.

Si él quisiera podría matarnos por simple capricho.

Maldita suerte la mía, este tipo incluso tiene el tamaño y casi la apariencia de un hombre joven.

Según la apariencia del Espíritu puedes calcular el alcance de su poder, entre más pequeño más débil y entre más grande más poderoso. Si tiene una forma animal y puede hablar idioma humano se le puede clasificar como un Alto Espíritu. Pero si su forma se asemeja más a la humana, entonces es un Espíritu Superior y son monstruosamente poderosos.

Y este tipo tiene la apariencia de un hombre joven con una piel de lobo encima. Si miro bien, lo que parece una máscara de lobo es su verdadero rostro. Su barbilla es humana, pero la mitad superior de su rostro es de lobo. Y posee una boca humana con grandes colmillos escondidos.

Sus afilados ojos dorados de lobo me miran intensamente, he cometido la equivocación de quedarme mirando su cara por mucho tiempo.

Annabeth: -Perdón…

Espíritu: -A los magos sí que les gusta viajar sin esfuerzo. Pero tú tienes estilo.

Este Espíritu Superior ya se acomodó dentro de nuestro refugio. El espacio es muy reducido, pero él ya se recostó a sus anchas arrinconándonos a una esquina.

Con Crow en mis brazos intento calmar a mi asustado corazón, debo controlarme. Los Espíritus pueden oler las emociones y sentimientos humanos y se aprovechan de ello. Sí… son como Demonios.

¡Pero son peores que los Demonios!

Porque son como niños consentidos capaces de hacer lo que quieran sin castigo.

Annabeth: -No, Crow, no toques.

A mi pequeño le gusta la cola juguetona de nuestro intruso.

Espíritu: -Relájate, y dime, Maga, ¿A dónde van?

Annabeth: -Yo… soy una Bruja.

Espíritu: -Bruja, Mago, Druida, Santa o lo que sea, todo es lo mismo. No hay diferencia. Solo sois mortales con un poquito más de energía que el resto. Pero, por lo que veo, tú tienes mucha más energía que los mediocres que siempre veo. Hagamos un trueque. Tengo hambre y tu niño igual. ¿Te parece si nos saciamos mutuamente?

No quiero.

¿Y no sonó eso algo vulgar para un Espíritu?

Annabeth: -Tendrá que disculparme, divino ser, pero no creo tener suficiente energía para saciarle. Además, necesito mi energía para continuar nuestro viaje.

Espíritu: -¿Eh?~ Entonces solo tomaré la mitad.

¡¿Y a eso llama poco?! ¿¿Si quiera sabe cuánto tiempo toma recuperar la energía perdida??

Annabeth: -No creo que tan poca energía valga el precio de su valiosísimo Néctar.

Néctar de Espíritus.

Un líquido que solo los Espíritus son capaces de crear y posee una concentrada y altísima cantidad de energía. Cuentan las historias que quien lo beba… tendrá una longeva vida y enorme poder mágico.