Capítulo 83 - Annabeth

Hace mucho que no tenía un almuerzo tan ruidoso.

Los Hermanos y Hermanas del templo son muy educados al comer, sus amenas charlas en la comida apenas se sienten, extrañaba una comida ruidosa. Y hoy nuestro comedor está más bullicioso que nunca. Ya sean por los gritos de los niños traviesos o por las alegres charlas de nuevas amistades.

Tener un comedor tan ruidoso anima el corazón, puedo ver que este sentimiento lo comparten todos. Ran está más que feliz conversando con su madre. Y por lo visto, Laela ya fue aceptada con mucho gusto entre las Brujas. Mi aprendiz pronto descubrirá la fuerte hermandad de un Aquelarre.

Annabeth: -Los Aquelarres son lo mejor~.

Terminé hablando en voz alta mis pensamientos. He debido decirlo muy alto, porque todos se callaron y me miraron.

Ran: -Beth… ¿Qué es un Aquelarre?

Me preguntó mi curioso Ran.

Annabeth: -Es una reunión de Brujas y Brujos.

Puedo ver que no es el único sorprendido por esto.

Erina: -Aquelarre… Hace mucho que escuchaba esa palabra. Los jóvenes de hoy ya no la usan. Te lo enseñó Sullen, ¿no es así?

Las palabras de Erina me sorprendieron a mí.

Annabeth: -Sí, lo aprendí de mi maestra. No sabía que no la usaban… Yo siempre la he usado al organizar nuestras reuniones y todos conocían lo que era un Aquelarre.

Erina: -¿Tú las organizabas?

Annabeth: -Era el trabajo de los mayores organizar un Aquelarre. Liliana, Oleg y yo éramos los encargados en los últimos años. Nos reuníamos con los más jóvenes para celebrar el seguir vivos, intercambiamos anécdotas y estudios de magia, además de información sobre zonas seguras para escondernos. También compartíamos los nombres de nuevas Brujas y Brujos que íbamos conociendo o que perdíamos. En esa noche de Aquelarre… incluso nos despedíamos de los que pronto morirían. Sí, usualmente era por eso. Celebrábamos al más mayor y le deseábamos una muerte tranquila.

Oh… Acabo de arruinar el ánimo del ambiente.

Annabeth, eres una tonta.

Annabeth: -¡Nos es que estemos aquí por eso! ¡No! Incluso nos reuníamos para celebrar nacimientos. ¡Yo soy una experta viendo el género del bebé antes de nacer!

Logré animar el ambiente otra vez.

Erina: -Annabeth, dime, ¿cuánto tiempo vivirá mi nieto?

Annabeth: -Hasta donde sé, él estaba vivo cuando yo morí. ¡Así que vivirá más que yo! A Oleg le espera una larga vida.

Mi buena amiga se ve muy contenta. Ver a una anciana sonreír siempre reconforta mi corazón.

Annabeth: -¡Se va a convertir en el Nigromante más poderoso de la historia! ¡Los fantasmas lo aman y lo cuidan muchísimo! ¡Y él te recuerda! Nunca se quita el anillo de esmeralda que heredó de ti. Decía que lamentaba no haber podido aprender de su abuela.

La hice llorar sin querer.

Agnes: -¡Debimos traerlo! Tu hija es una necia y tú también. Debimos secuestrarlo como te dije.

¿Qué acabó de escuchar?... Agnes sí que es osada.

Lirio: -Beth~. Yo quiero escuchar más de esa tal Liliana~.

La curiosidad de Lirio me ha tomado desprevenida.

Sassaba: -Será mejor que te alejes de mi futura aprendiz. No quiero que un libertino como tú se le acerque.

Sassaba ya le puso un alto.

Annabeth: -Jajaja, Sassaba, te espera renegar mucho. Porque Liliana es adorada por los Espíritus. Además, es la Bruja Espiritual más hermosa que ha existido nunca. Los Espíritus y los hombres la persiguen por igual.

Sassaba se ha puesto pálida y tiene razón de estarlo. Ser hermosa no es siempre algo bueno.

Mi dulce Liliana vivía en constante peligro por culpa de su belleza. Tuvo que aprender a ocultar su precioso rostro con maquillaje para no llamar la atención de los hombres.

Annabeth: -Aunque aquí todos son hermosos, así que espero que eso salve a mi linda Liliana.

Ver la belleza radiante de Ran me lo confirma.

Annabeth: -Sí, aquí pasará desapercibida. Los Mortales no podemos competir contra eso.

Señalo educadamente a los radiantes y glamurosos Medio Espíritus sentados en una gran mesa aparte.

Muchos miembros humanos del Templo asienten ante mis palabras.

Agnes: -Un Nigromante, una Bruja Espiritual y tú… Beth, ¿en qué te especializas?

La pregunta de Agnes ha despertado la curiosidad de todos.

Annabeth: -No es mi especialidad, pero yo soy una Bruja Contratista Demoniaca. Como no hice un Contrato por poder, tuve que esforzarme mucho en desarrollar mi propia magia. No tengo una especialidad.