Capítulo 20 - Annabeth

Sassaba: -¡Niños!

Esa fue una cálida bienvenida al entrar en la tienda.

Sassaba: -¡¿Por qué tardaron tanto?! ¡Estaba preocupada!

Le hemos dado un buen susto a Sassaba, sus pequeños Espíritus están muy ajetreados tratando de calmarla.

Sassaba: -Sí, sí. ¡Pero ustedes tampoco son claros! ¡Ya dejen de zumbar en mis oídos!

Es gracioso verla discutir con sus Espíritus.

-Ya cálmate, Sassa, pareces loca hablando sola.

La inesperada aparición de un hombre mayor me sorprendió.

-Que tú no puedas verlos, no la hace una loca, Joshua.

Esa anciana es tan mayor que necesita un bastón para caminar.

-Señora Erina, empecemos de una vez por favor.

No puedo verla, pero esa fue la voz de una joven.

Erina: -Sí, sí, Sassaba entremos. Los niños también deben de tener frío, prepárales algo caliente.

¡Oh! No puedo creerlo, ¡está es una reunión de Brujas! ¡Un Aquelarre!

Sassaba: -No te pongas nerviosa.

Annabeth: -Estoy emocionada.

Mi corazón es una locomotora. A medida que entramos en el interior de la casa mis expectativas crecen.

Sassaba: -Jajaja, así se habla. Les hablé de ti y tus circunstancias a todos mis conocidos e hice que pasaran la voz. Estos 4 respondieron.

Esta noche tenemos 4 invitados en nuestra mesa.

Sassaba: -Amigos, les presento a Annabeth y a su pequeño hermano Crow.

Oh, Crow, te estás perdiendo algo muy emocionante. Pero aún si esto me emociona no pienso despertarte de tu dulce sueño.

Lobel: -¿Acaso mi existencia no cuenta?

Sassaba: -Y a Lobel.

La presencia de Lobel ha captado mucha atención.

Erina: -Nunca mencionaste nada sobre un Alto Espíritu, Sassaba.

Dice la anciana más mayor de nombre Erina.

Joshua: -¿Alto Espíritu? ¡¿Dónde?!

Oh, ese señor en verdad no puede verlos.

Sassaba: -Sí, es porque no deseaba atraer a los curiosos. Espero que lo comprendan. Sigamos, primero tenemos a la señora Erina, ella es una Nigromante. Es una experta controlando fantasmas.

Annabeth: -Un placer, señora Erina.

Erina: -Igualmente, pequeña.

Sassaba: -A su lado está sentada la señora Agnes, su especialidad son los Conjuros y Sellos Mágicos.

¡¿Quizás ella podría aportarme información sobre los sellos demoniacos?!

Annabeth: -¡Un gusto conocerla!

Agnes: -Tan vigorosa y joven, esta pequeña me recuerda a mí en sus años.

Erina: -Yo no te recuerdo tan encantadora.

Agnes: -Estás senil, Erina, la memoria ya te falla.

Por la forma en cómo se tratan y discuten, es obvio que se conocen desde jóvenes.

Cloe: -Yo soy Cloe. No tengo ninguna especialidad resaltante, puedo hacer un poco de todo. Yo estoy aquí porque Sassaba dijo que eras aprendiz de Sullen, yo quisiera aprender de ti. Es todo.

Sí, comprendo que algunos han venido por esa misma razón.

Annabeth: -Igualmente, un gusto conocerla, señorita Cloe. Yo considero que la habilidad de ser buena en todo, es un talento en sí. Con perseverancia y paciencia obtendrá resultados.

Joshua: -Tienes buena labia, niña. Mi nombre es Joshua, soy Alquimista y Herbolario, Sassa hablo muy bien de tu desempeño en su tienda. Y si trabajas tan bien y tienes talento, puedo contratarte.

Estuve ayudando a Sassaba con su tienda en mis horas de descanso mientras trabajaba en su taller.

Annabeth: -Un gusto conocerlo, señor Joshua.

Sassaba: -Muy bien, somos todos. Los he reunido a todos aquí porque esta noche Annabeth ha concluido un trabajo que estuvo preparando con mucha dedicación. Sé que esto es inesperado, Anna, pero si les muestras tus piedras, alguno quizás te contrate y te acepte como su aprendiz.

Annabeth: -Sí, lo comprendo. Pero hay una cuestión…

¿Ahora cómo les digo a estas personas que no tengo interés en tomar un maestro?

Sassaba: -¿No pudiste terminar?

Annabeth: -¡No es eso! ¡Ya los terminé!

Lobel: -¡Y son perfectos!

Sassaba: -Muéstranoslos.

Pero… algo tan poderoso como mi Orbe no debería ser mostrado tan casualmente. Yo a estas personas no las conozco… cuando yo asistía a los Aquelarres me sentía en confianza porque conocía a la mayoría de los presentes y porque los nuevos hacen un pacto de juramento.