PRIMERA PARTE: Desaparecidos - CAPÍTULO 7

Tarma guió a Dana por un majestuoso bosque que constituía la parte sur de los Jardines del Oeste, donde Nuada y su gente habían acampado.

—¿Cómo está mi padre?— preguntó Dana.

—De un humor de perros— suspiró Tarma.

—Supongo que era de esperarse.

—No le hizo ninguna gracia ser convocado por Lug. Creo que solo aceptó por la oportunidad de verte a ti y a Llewelyn.

—Lug no lo hubiese llamado de no ser importante.

—Supongo— se encogió de hombros Tarma—, pero ya sabes lo obstinado que puede ser.

Dana asintió con los labios apretados.

—¿Por cuánto tiempo van a seguir enemistados?— preguntó Tarma retóricamente.

—Lug dice que es solo una cuestión de ideología, que con el tiempo mi padre va a comprender que el advenimiento del Espiral era necesario.

—¿Y qué piensas tú?

—No lo sé. Hasta ahora, pensé que tenía razón. Incluso viendo la reconstrucción de Faberland, todo apunta a que el cambio fue positivo, pero con lo que pasó ahora… no sé. Si resulta ser que mi padre tenía razón y enfrentamos peligros peores que Wonur… Bueno, es comprensible que esté irritable.

—Al menos la llegada de Calpar lo puso de mejor humor— agregó Tarma.

—¿Calpar ya está aquí? ¿Cuándo llegó?

—Anteayer.

—Eso es bueno— convino Dana.

—¿Puedo hacerte una pregunta?

—Claro.

—¿Qué pasó entre tú y Lug?

—Nada— mintió Dana.

—Dana, en mi experiencia, cuando uno de ustedes dos llega solo a una reunión importante…

—Todo está bien entre nosotros, Tarma, te lo aseguro.

—Dana, somos como hermanas, puedes decirme lo que sea— la detuvo Tarma del brazo en medio del sendero.

Los ojos de Dana se nublaron por un momento.

—Tarma, no tengo idea de dónde está y está bloqueando mis llamados— dijo, angustiada.

—¿Qué? ¿Por qué?

—Algo pasó en Cryma. No quiso decirme qué exactamente. Solo me pidió que contactara a Eltsen, a Calpar y a mi padre, y que les pidiera una reunión urgente aquí.

—No puedo creer que te haya hecho algo así— murmuró Tarma, desconcertada.

—Tuvimos una fuerte discusión al respecto, pero en el fondo, creo que solo está tratando de protegernos, especialmente a Llewelyn.

—¿Pero bloquear tus llamados? ¿Por qué?

—Colib vino hasta la cabaña en el bosque de los Sueños. Estaba muy alterado. Quería hablar con Lug. Le dijo que algo terrible había pasado en Cryma y que necesitaba su ayuda. Cuando Lug le preguntó qué había pasado, Colib le dijo que quería que él lo viera con sus propios ojos, que tal vez pudiera darles alguna explicación. Lug aceptó enseguida. Llamé a Llewelyn que estaba en el aljibe en el patio trasero para que se preparara para ir a Cryma con nosotros, pero Colib dijo que no era conveniente que Llewelyn presenciara lo que había pasado, que era demasiado perturbador. Entonces, Lug me dijo que me quedara con Llew en el bosque. Él iría a Cryma con Colib y luego se comunicaría conmigo.

—Creí que solo tú podías iniciar el canal.

—Lug y yo hemos desarrollado una conexión muy especial. Por nuestra íntima relación y sus poderosas habilidades, él puede iniciar un llamado hacia mí, y entonces, yo abro el canal para poder comunicarnos.

—Increíble, ¿puede hacerlo con cualquiera?

—No— negó Dana—. Solo puede invocar una conexión conmigo, pero soy yo la que debo abrir y sostener el canal para que podamos comunicarnos.

—Entiendo. Entonces, ¿qué pasó?

—Se comunicó conmigo desde Cryma. Me dijo que debía partir con Llewelyn de inmediato, que debía ir a Faberland, cruzando por el Paso Ancho y que no me acercara a Cryma por nada del mundo. Me dijo que algo muy grave había pasado y que debía convocar a mi padre y a Calpar para reunirnos con Eltsen en Faberland. Le pregunté qué había pasado, pero me dijo que me lo explicaría todo en Faberland. Me dijo que iba a investigar una teoría sobre lo que había sucedido y que nos alcanzaría en Faberland en cuanto pudiera. Le dije que iba a ir a ayudarlo a investigar su teoría, pero se negó rotundamente. Discutimos. Me hizo prometer que no iría a Cryma y que me alejaría del bosque lo antes posible, y cortó toda comunicación conmigo. Desde entonces, ha estado rechazando todos mis llamados.