C34: La sabiduría de Rometheus

Drake:

—¿Acaso tenías que pelearte con Raven? —le pregunto algo alterado después de contarnos lo que hizo.

—Eh, sé que no fue lo mejor que podía haber hecho, pero lo importante es que no tendré consecuencias graves como un strike, según me explicó Karthus. —dice, estando aún agitada, y se sienta en una de las sillas.

—Tuviste suerte de que te lo dejaran pasar.  —comenta Kevin, estando mal sentado en la silla, y se termina de tomar la tercera botella de cerveza.

—No, espera, todavía no entiendo por qué llegaste a pelear con Raven. —le confieso más alterado—. No creí que alcanzarías ese nivel de molestia.

—Ella te explicará todo para que puedas entenderme. Así que no entremos en discusión por eso en este momento. —me dice, haciendo gestos con sus manos para intentar calmarme.

—Cierto, el problema que tenemos presente no es ese. En realidad, tendrás que luchar contra Bibi, y eso será mucho más complicado que contra Boonie. —comenta Leo, terminando de comer su pasticho.

—¡Hey! ¿Estás asumiendo que no soy tan fuerte como para darle problemas a Drake? —le pregunta Boonie.

Luego, se levanta rápidamente, y le da un golpe en la nuca con su mano extendida. Leo casi se ahoga con el último bocado de pasticho que estaba por tragar. Kevin se aparta, teniendo asco por ello. Después se levanta y dirige adentro del restaurante para buscar otra botella de cerveza. Lucy se ríe un poco, tapándose la boca con una mano mientras toma asiento en una de las sillas disponibles. Yo solo me preocupo de dos cosas en concreto: el próximo combate contra Bibi y la pelea que tuvo Boonie con Raven. En este momento mis pensamientos están divididos en dos.

—¡Muergana! —le insulta Leo, y tose por unos pocos segundos—. ¡Pudiste haberme ahogado de verdad!

—Te mereces el susto por creer que no soy capaz de enfrentar a Drake. —le dice, levantando su barbilla y señalándolo con un dedo.

—¿De qué hablas? Si tú eres de las más débiles entre nosotros cinco. —asume Leo, consiguiendo que ella se moleste con él.

—Entonces, ¿qué te estás ideando? —me pregunta Lucy, poniéndome atención mientras estos dos discuten a un lado.

—Hasta el momento, nada. —respondo, semi acostándome en la silla—. No conozco bien el don de Bibi, y se nota que es muy problemática.

—Lo único que tenemos conocido es que puede golpear con una fuerza muy potente, usando su bate como arma mágica. —dice pensante, mirando al cielo, el cual el sol se está ocultando.

—Ooh, así que están conversando acerca de combates entre magos. —habla Rometheus, apareciendo detrás mío y dándome un susto por eso—. ¿Será que podré ayudarlos en algo?

—Ehm... —miro a Lucy por un segundo, y continúo—. Pues, sí, me vendría bien alguna sugerencia o consejo.

—Ummm, así que lucharás contra un oponente el cual desconoces sus habilidades, exceptuando una. —repasa pensante mientras frota la corta barba canosa que tiene—. Jumm, yo diría que no debes preocuparte tanto por eso.

—¿Por qué? —pregunto inmediatamente mientras lo miro. Leo y Boonie dejan de pelear para escucharlo.

—Lo que importa del enemigo no es solamente su estilo de combate sino su carácter e ingenio. El estilo de combate es algo que debes adaptarte a ello, el carácter puedes usarlo para determinar la manera de actuar del enemigo; y el ingenio de esa persona te demostrará cómo será su toma de decisiones.

—Nunca tuve en cuenta el carácter del enemigo. —confieso, mirando a la mesa pensante.

—Mientras más fuertes sean las ambiciones de esa persona, más luchará por conseguirlas; y si no es de aquellas que se desesperan por lograrlo, entonces tienes a un gran contrincante. —explica, teniendo dibujada una leve sonrisa que muestra sus dientes.

Deteniéndome unos pocos segundos a pensar, llego a la conclusión de que tiene razón. Me sigue preocupando el no conocer su don, pero lo que más influye en mis nervios es que conozco su determinación e ingenio. Ya está usando un arma mágica cuando ninguno de primer año lo hace, esto significa que se encuentra adelantada al resto. En cuanto a su carácter, es como una serpiente, se mueve sigilosamente para luego vencer a la presa de un solo ataque potente. Por esa misma razón se diferencia cuando luché contra Ancalagon. En ese caso no lo conocía del todo, y me preocupaba menos por lo que se podía presentar.

—Capaz derrotamos a la banda de Ancalagon por el deseo enorme que teníamos en resolver los problemas de Bextruz y de salir convida. —comenta Lucy mientras se mesea en la silla—. Te advierto que, a mi parecer, Bibi es de carácter bastante fuerte.

—¿Eh? ¿Así que ustedes son aquellos jóvenes que se dirigieron a la fábrica para entregar a esos tipos? —pregunta Rometheus, comenzando a sorprenderse.

—Sí... somos nosotros. —le respondo con miedo de que se entere quién soy.

—¿La fábrica? —preguna Lucy extrañada.

—¡Sí! esa fábrica se encuentra al extremo de este pueblo, y esos criminales se escondían por acá. Me alegra y alivia de que los hayan entregado.

—Me asombra un poco que sigamos conociendo a esos criminales después de haberlos acabado hace meses. —confiesa Boonie, apoyando su barbilla en las manos y sus codos en la mesa.