Desiciones

Por fin había amanecido, el príncipe aspen solicitó una audiencia con sus padres y sus tíos a muy temprana hora, Isabela pidió acompañarlo, ya que era algo que debían hacer en conjunto para que no hubiera mal entendidos, cada paso que daban dejaba atrás los prejuicios y las ordenes de su rey, sin importar la opinión de su familia, ellos decidirían a quién a mar, Aspen estaba decidido a defender el vinculo que lo unía con la bruja de cabellos celestes.

El vocero anunció su llegada y las puertas se abrieron da par en par, la mirada del príncipe se cruzó con la de su padre, por la expresión de su cara, Valeska supuso lo que le pedirían, Lía también estaba sorprendida por la petición de hablar con los cuatro al mismo tiempo, Magnolia y Emir también presentían el motivo detrás de aquella audiencia tan apresurada, además de que las damas de compañía de Isabela les avisaron que ella había pasado la noche llorando.

—Aquí nos tienen hijos ¿por que nos llamaron a los cuatro?—les preguntó Valeska posando sus ojos sobre su hijo, el rey tenía una seriedad que ponía nerviosos a los muchachos.

—Padre, adorada madre, tíos… estamos aquí para anunciarles el rompimiento de nuestro compromiso.—las palabras de Aspen dejaron a todos helados, menos a Valeska quién ya se lo esperaba, aun así todos dirigieron las miradas ha Isabela, ella permanecía muy tranquila, llevaba puesto un vestido color amarillo claro y el cabello recogido.

—¿Qué? Pero…ustedes… están comprometidos desde antes de nacer…—Replicó Magnolia desconcertada y añadió ¿como pueden decir algo así? No hablen a loa ligera ¿acaso tuvieron alguna diferencia?—exclamó poniéndose de pie.

—¿Que pasa? ¿Por que han tomado esta decisión?—les preguntó Emir extrañado.

—Mi hija estuvo llorando toda la noche..¿era por tu culpa?—lo cuestionó Magnolia con molestia.

—Lo lamento.—se disculpó Aspen y añadió.—traté de ser lo más sincero posible, supongo que no logré que su corazón saliera ileso.

—El Príncipe no terminó conmigo madre, padre, fue una decisión conjunta, nosotros no nos amamos.

—Isabela…¿que estas diciendo? Tu soñabas con convertirte en su esposa.—dijo su madre confundida.

—Por favor dejemos que hablen, seguro que la razón de su decisión esta bien fundamentada.—exclamó Lía a quién le alegraba la decisión, pues quería lo mejor para ambos, especialmente para su hijo que ya se había vinculado.

—Ustedes han sido testigos de mi vinculación con la bruja de la mente, entienden perfectamente la posición ene la que me encuentro, haga lo que haga, pase lo que pase, yo ya no puedo fijarme en otra mujer, amo profundamente a Gia, ella es la mujer con la que quiero estar, solo quiero casarme con ella.

Ninguno se atrevió a reprocharlo y continuó hablando.

—No aceparé que me sigas deteniendo padre, no tendrás más opción que acepar mi vinculo con ella, no me ha engatusado, no hay rastros en mí de ningún hechizo, ahí esta mi madre, ella puede corroborarlo.—expuso Aspen con convicción.

—¿Que dices tú cariño?—le preguntó Valeska a su sobrina y ella se crispó un poco al sentir la mirada afilada de si tío.

—Yo no tengo ningún problema en terminar con este compromiso, mi primo y yo no somos compatibles sería un desastre si nos llegamos a casar, además creo que la bruja de la mente sería un mejor partido para él, el vinculo entre ellos debe ser honrado y respetado.—exclamó Isabela tratando de controlar su nerviosismo, pues la cara de su madre era insuperable.

Magnolia estaba absorta por lo sucedido y más por que la tranquilidad de su hija la desconcertaba, pues ella siempre había soñado con casarse con Aspen, era más su dolor como madre de pensar que ella estuviera sufriendo en silencio.

—Querida, tu matrimonio debe llevarse a cabo, te centraste mucho en ser una dama y no sabes mucho de política, guerra, campañas y leyes, necesitas un marido que pueda dirigir el reino del sur contigo cuando tus padres decidan retirarse ¿que hombre sería digno de ti? sabes el alta estima que te tengo, eres mi sobrina, mi sangre y mi hijo a decidido romper su compromiso contigo y tu haz aceptado ¿que debería hacer entonces? Mi hijo ha dado un argumento aceptable, no puedo ignorar el hecho de que se ha vinculado, es verdad, no estás embrujado como supuse, supongo que me equivoqué.—dijo Valeska con una sonrisa cínica mientras se encogía de hombros.

Todos miraron a Valeska confundidos ¿que significaba todo eso? ¿Por que lo estaba tomando con tanta calma? ¿Acaso aceptaría la petición de esos jovenes así como así? Por supuesto que lo haría, el rey siempre hacía las cosas para su propia conveniencia, buscando alguna ventaja de todo esto, haría que este cambio radical beneficiara a toda su familia.

—Entonces…¿dejarás que elija a Gia?—le preguntó Aspen anonadado.

—Lo haré, le daré una oportunidad a esa chica.—dijo con una sonrisa maliciosa, Valeska había escuchado de la victoria de Gia, había mandado a unos caballeros sombra para vigilarla sin que ella se diera cuenta y le contaron todo lo que presenciaron y además le había llegado un comunicado de ella diciendo lo sucedido y que tardaría unos días más en llegar, con esa información y sus propios estudios sobre el asunto, Valeska supo que Gia era inocente y que podría usar su poder para su imperio y nada sería más interesante que tenerla como un miembro de su familia, así que la petición de Aspen le había caído como anillo al dedo.

—¿De verdad?—le preguntaron Lía y magnolia al unísono.

— Aspen e Isabela tienen razón, no podemos obligarlos a pasar la eternidad con alguien a quién no aman, fuimos muy egoístas en alargar esto aun después de ser testigos de tu vinculación sobrino, te pido sinceras disculpas en nombre de mi familia.—le dijo Emir con pena y trató de acepar su decisión de la mejor manera y añadió.—apoyó la decisión que están tomando, estoy de acuerdo de que nadie debe interferir en ese vinculo.

—Pero…—Magnolia apretó los labios y Valeska tomó nuevamente la palabra.